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JUEGO PERFECTO

Los grandes toleteros que no jugaron en MLB...o que limitaron su tiempo

La historia del béisbol nos presenta una serie de jugadores que por circunstancias externas, raciales, las guerras y otros factores no accionaron en las Mayores o no pudieron acumular números más impresionantes a la hora del retiro.

Cuando se habla de registros extraordinarios, siempre sobresale el nombre de Jhosua Gibson. Jamás pudo ver acción en las Mayores debido a la segregación racial y luego por un cáncer que acabó con su vida a los 35 años, meses antes del debut de Jackie Robinson en Grandes Ligas.

A Gibson le llamaban el Babe Ruth negro. Se calcula que sus descomunales jonrones sumaron más de 800 en las diferentes ligas que participó. Debido a la maldita barrera racial la MLB se privó de uno de los más grandes toleteros de todos los tiempos.

Sadaharu Oh fue un slugger que jugó toda su carrera en Japón. El Samuray despachó 868 cuadrangulares en la Liga Japonesa. Tres veces la sacó más de 50 veces y en trece campañas disparó más de 40 jonrones. Hubiera sido un privilegio medir su carrera en las Mayores.

El escándalo de los Medias Negras sacó del escenario beisbolístico a uno de los más finos bateadores del negocio, Shoeless Joe Jackson. Tercero de por vida en promedio de bateo (.356), a los 33 años tuvo su última campaña, en pleno inicio de la era de la bola viva, promediando (.382) en 1920. Nadie sabe los números que pudo haber puesto El Descalzo en cinco o seis años más.

Babe Ruth ha sido sin dudas el más grande toletero del béisbol. Dos factores influyeron para que sus cuadrangulares terminaran en 714: la bola muerta y sus primeros cuatro años como lanzador (totalizó 9 jonrones en ese trecho). Sin ambos obstáculos nos imaginamos cuántos jonrones más nos habría aportado El Sultán.

Ted Williams es el último pelotero que ha bateado .400 en una campaña (.406 en 1941). Estuvo tres temporadas completas fuera (1943, 1944 y 1945), piloteando aviones en la Segunda Guerra Mundial. Después combatió en la Guerra de Corea (1952 y 1953), participando en 6 y 37 encuentros en esos dos años. Los registros de Williams son envidiables (.344-521-1839 y 2654) y serían fabulosos si hubiera accionado a tiempo completo en ese lustro bélico.

Ichiro Suzuki y Julio Franco perdieron tiempo fuera de las Mayores que nos ponen a pensar hasta donde pudieron medirse sus números. Ichiro (3,089 hits) jugó nueve años en Japón previo a su llegada a las Mayores. En el caso de Franco (2,586 hits), se fue a Japón tras la huelga de 1994 (accionó en la NPB en 1995). Volvió a Japón en 1998, en 1999 estuvo en México y en el 2000 en Corea, retornando a Grandes Ligas en el 2001.

Que cerca hubiera quedado Ichiro de los 4,000 mil hits y Franco, con un contrato garantizado en MLB, en tres años habría alcanzado los 3,000 imparables y hace rato tuviera su tarja en el Salón de la Fama.