Juan Carlos Cruz: Un emporio en la construcción

Mientras observaba cómo cambiaba de camisetas y ciudad durante el período 2002-06, Juan Carlos Cruz se propuso el contar con un Plan B como precaución por si en algún momento el béisbol le jugaba una “mala pasada”, quedar con una economía estable y resguardada para él y los suyos.

El exlanzador conoce que en la vida, como en el béisbol, los imprevistos forman parte de la cotidianidad y nada se puede dar por seguro, por eso el ahorro fue de sus primeros norte a seguir, mientras probaba las mieles de los grandes escenarios del juego.

Aunque los cimientos quedaron marcados desde los meses iniciales de su primer acuerdo con los Cachorros, el 4 de julio de 1997, no es hasta el 2004 cuando entre los variados movimientos coincide en los Bravos de Atlanta con Julio Franco, quien como veterano al fin lo acoge y le brinda algunos consejos sobre estrategias sobre qué hacer con el dinero ahorrado.

Los consejos del emperador

“Mira si devenga poco dinero y por casualidad te sobra algo, cuando te vaya para Dominicana puedes adquirir un par de “mejoras” para comenzar, a bajo costo, las remodelas y así las puedes vender y va reinvirtiendo tu dinero y en la medida en que firme algún buen contrato puedes elevar esas compras y al pasar un tiempo será recompensado”, le habría dicho el llamado Emperador, ya con 45 años, justo 20 más que Cruz.

Como buen alumno se llevó del sabueso, también buscó orientaciones con Juan Encarnación, el exjardinero que actuó para varios equipos y que ha sido exitoso en los negocios inmobiliarios, con quien permaneció varios días en conversaciones. También con Octavio Dotel.

Previo a esas conversaciones ya contaba con ciertos ahorros, por ejemplo en el 2003, siendo un miembro de los Cachorros que superaron a los Bravos en la Serie Divisional, cuya paga fueron unos 70 mil dólares, los cambió a la tasa elevada que existía para la época y esto según narra al Listín Diario fue un gran soporte para comenzar.

Ya tras retirarse en el 2012 con foja de 38-36 y 4.05 de efectividad, vistiendo la franela de los Piratas como su último club en Grandes Ligas, poseía una “zapata hecha” en lo económico y un poco en conocimientos sobre cómo emprender en los negocios inmobiliarios en su natal Bonao.

A estudiar maestría de construcción

Al colgar los spikes y guardar su indumentaria, recordó que solo había alcanzado un séptimo curso, se auto evaluó y externó que si iniciaba un nuevo capítulo en su vida tenía que educarse y aprender de su nueva profesión.

Decide tomar un curso de maestría de construcción de unos seis meses, en Santiago, asistía los domingos, con el fin de fortalecer lo que ya habría emprendido. Le colocó tanto empeño que al concluir el mismo su calificación había sido un sólido 90.

Hoy día, el exmonticulista, quien primero fue camionero en Bonao, antes de practicar béisbol, es la cabeza de Constructora JC, una estructura que construye complejos de apartamentos y casas tanto en Bonao como Santiago.

Ya son incontables las construcciones que realiza. “Adquiero solares, casas en no buen estado, las remodelo y ejecuto obras”, expresa vía telefónica.

Cruz siente la bendición de despertar cada mañana y poder asistir a la estructura que construyó, le ha alcanzado estabilidad y lo más importante saber que les dejará un legado a sus cuatro hijos Juan Carlos Jr, Jordanny, Yassil y Jeylin.

Siguiendo sus pasos

En la actualidad cuenta con un ingeniero, maestro constructor, quien es el encargado de buscar los empleados, en ocasiones llegan a 40 los que laboran en los variados proyectos habitacionales.

La constructora sirve de plataforma para Juan Carlos Jr. su hijo mayor, quien es un estudiante de ingeniería civil en la PUCMM y el expitcher afirma que cuando se gradúe estaría junto a él al frente del negocio.

Cruz es un ejemplo genuino para sus colegas. Baseball Reference lo registra con haber devengado poco más de 13 millones de dólares en 11 años de carrera.