deporte global
El Sueño Olímpico del Baloncesto: ¿Una realidad o ficción?
Los deportes en conjunto tienen una gran relevancia a la hora del diseño de las políticas públicas desde los recintos educativos, para inculcar los valores determinantes que se necesitan para la vida.
Hoy abordaremos el baloncesto nacional, que es el deporte más jugado y menos enseñado en nuestro país. A pesar de que tiene una liga profesional, más de 400 torneos y un sinnúmero de clubes, vive una verdadera anarquía, y la razón es que no tiene base de sustentación.
Nací en la comunidad de Manzanillo, Monte Cristi, territorio que fue arrendado a la compañía americana Grenada Company en el régimen de Trujillo. Por esta razón, no es casualidad mi pasión por el deporte, en especial el béisbol y el baloncesto.
Aún recuerdo cómo se organizaban las distintas actividades en la comunidad. Siendo adolescente tomamos la iniciativa de visitar los bananeros de la zona, y organizamos un torneo de baloncesto con su patrocinio.
A la hora de iniciar el evento, el dirigente deportivo se hizo dueño de la puerta, en ese momento no comprendí las razones para tan semejante acto que nos llenó de indignación a todos.
Al pasar el tiempo, he relacionado este hecho con la gran tragedia que vive el baloncesto nacional, que, aunque se diferencia de los demás deportes de conjunto, tienen un denominado en común que es el aspecto económico.
Esto lo digo a raíz, de la no clasificación en los recientes juegos olímpicos de nuestro seleccionado, donde fue cuestionada la federación.
Los deportes en conjunto son intolerantes a la falta de visión y planificación estratégica a la hora de construir un equipo, por eso es tan vital que los recintos educativos se constituyan en la base del deporte nacional. Su construcción es un proceso largo, que inicia en la niñez y termina en la adultez, y es indispensable que se encuentre fundamentado en la escuela.
El punto de inflexión en el deporte nacional
Nuestro país ha vivido un proceso involutivo en el deporte nacional, ya que este modelo nació con los clubes como plataforma deportiva, pero la sociedad ha cambiado vertiginosamente de rural a urbana.
Al mismo tiempo, cambios en el modelo educativo que va desde accesibilidad universal de todos los niños en nuestras escuelas y una tanda extendida, que transforma radicalmente como se manifestaba el deporte en la sociedad.
El punto de inflexión que generó mayor distorsión fue el momento donde el Estado comenzó a derogar recursos de manera directa a las federaciones deportivas. El Estado se desligó del deporte y las federaciones deportivas asumieron una responsabilidad, que es exclusiva de los poderes públicos, que son la masificación y la construcción de un sistema deportivo desde la escuela.
Por lo tanto, los recursos que reciben las instituciones deportivas no son suficientes para la construcción de seleccionados nacionales, pero mucho menos para la masificación del deporte, ya que solo el Estado tiene los medios y los recursos para tales fines.
Por consiguiente, al entregarse fondos sin ninguna visión estratégica se produce la crisis de accesibilidad al deporte, siendo el baloncesto el más impactado.
Fortaleza de Puerto Rico
La participación de unos juegos olímpicos debe ser la consumación de la solidez de un deporte en la geografía de un país. Es el caso de nuestros vecinos, han clasificado en innumerables ocasiones en los juegos olímpicos, encontrándose en la elite del deporte mundial.
La razón es que Puerto Rico, más allá de que tiene una liga de la más antiguas de nuestro hemisferio, cuenta la fortaleza de que el baloncesto nace en el sistema educativo, y le permite crear una identidad, una solidez de dominio y fundamentos, así como filosofía técnica.
Lo que hacen los boricuas en la participación de unos juegos olímpicos es celebrar que cumplen dentro de su territorio con el cometido del deporte, que es promover la educación, la salud, la cultura, el entusiasmo, la inspiración, pero, sobre todo, la cohesión social.
Mientras sigamos insistiendo con el modelo del siglo XX en el siglo XXI el baloncesto seguirá profundizando más su crisis y su aporte al desarrollo nacional será incierto.