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Héctor Báez: ¡¡Atleta, dirigente, gerente, educador y propulsor!!

Héctor Báez en su época de jugador con San Carlos.

Héctor Báez en su época de jugador con San Carlos.Fuente Externa

Como todos los años la selección de los atletas que ingresarán al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano por parte del Comité Permanente del mismo trae a colación muchas interrogantes. Con esto no queremos decir que no hagan su papel o cumplan su rol. Entendemos, en nuestra humilde opinión, y con el ánimo de contribuir y no de crear conflictos, que el proceso y el criterio, así como el orden cronográfico no es el más adecuado y que al mismo tiempo discrimina en cuanto a la inclusión de atletas de ciertas disciplinas deportivas y que el mismo proceso no permite que se tomen en cuenta.

La realidad de hoy en día y el desarrollo deportivo que hemos experimentado ha llevado a la práctica de disciplinas deportivas que antes eran inexistentes o que no eran practicadas de manera masiva. A partir de la celebración de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe, que marcan un antes y un después del deporte dominicano, y los subsiguientes eventos internacionales locales como los de Santiago 1986, Panamericanos del 2003 así como un sinnúmero de eventos internacionales regionales en las diferentes disciplinas deportivas ha incrementado de manera exponencial la práctica deportiva en todas sus manifestaciones.

Sin embargo, el proceso de selección, el criterio, orden cronográfico y la no apertura en la inclusión de nuevas disciplinas deportivas se mantienen prácticamente intactos desde el origen mismo en que fue creado esta importante institución en enero de 1967 y no se ha adecuado a los tiempos actuales lo que crea ciertos niveles de insatisfacción en los atletas de alta competencia, así como la fanaticada en general. El hecho de seleccionar dos y hasta tres nuevos miembros en algunas renglones o categorías, como ha pasado recientemente, no tiene sentido y crea una desigualdad en las oportunidades que puedan recibir algunas disciplinas deportivas y atletas destacados en desmedro del rol que debe cumplir el proceso de selección.

Entendemos que se debe establecer un orden alfabético, por ejemplo, Ajedrez, Atletismo, Baloncesto, etc., y verdaderamente cronológico donde cada año se escojan representantes de diferentes disciplinas de manera que todas tengan la oportunidad de mostrar sus mejores exponentes creando así una motivación a aquellos atletas que no han tenido oportunidad hasta el momento.

En cuanto al criterio debería tomarse en cuenta no solo la destacada actuación atlética si no también los aportes que ese mismo individuo haya hecho en diferentes facetas como entrenador, propulsor, gerente y educador. Como muestra voy a señalar un caso concreto de mi disciplina, el baloncesto, y poner de ejemplo al jugador Héctor Báez. El Toro Báez, quien se destacó como jugador en las torneos barriales, locales y selecciones nacionales, formó parte del equipo de Brandeis High School, estuvo en el roster de Fordham University y fue profesor de la famosa escuela Booker T. Washington, con maestría en Administración Deportiva de la famosa Universidad de Syracuse, todos en el estado de New York y refuerzo en el Torneo de Baloncesto Superior en Puerto Rico.

Dirigente destacado de la selección nacional, de los torneos de baloncesto superior del Distrito y de la LNB, gerente exitoso en torneos internacionales con la selección, ligas locales y profesionales, y además gran propulsor con su Academia de Baloncesto Héctor Báez, ABAHEBA que por décadas ha jugado un rol importante en la educación y la práctica deportiva de miles de jóvenes y que aun se mantiene activa y vigente diez años después de su fallecimiento. Durante más de 20 años, y aquejado por una grave enfermedad, se mantuvo impertérrito e inmerso de lleno en sus actividades deportivas aun a costa y sacrificio de su salud.

Sin embargo, es el único que no ha sido elegido de la selección que ganó la medalla de oro del 1977 cuando, por todos los aportes antes mencionados, es el que ha cosechado más méritos y triunfos que todos los baloncestistas que hemos sido elegidos con anterioridad a través de todos los años. Estoy seguro de que lo mismo pudiese estar sucediendo con otras figuras del deporte en otras disciplinas. Creo que es un momento de reflexión de los miembros directivos del Pabellón de la Fama que sin lugar a duda siempre han tenido una buena intención y realizan un esfuerzo loable.

Todos estos señalamientos lo hacemos de buena fe y con el objetivo de que podamos tener un proceso diáfano, sincero, equitativo, ordenado y honesto al momento de seleccionar y exaltar a las máximas figuras del deporte dominicano.