Mucha ofensiva no implica poca defensa

Una explosión ofensiva de equipos y jugadores de manera individual ha puesto a los técnicos y fanáticos a preguntarse si es que en la NBA ya no se defiende.

Y más que buscar la razón en una baja en la defensa, lo correcto debería ser tomar en cuenta la evolución del juego.

En las décadas anteriores, el ataque se concentraba en la zona restringida. Llevar el balón al hombre alto, cerca del aro, para buscar un lance de alto porcentaje.

De manera complementaria se utilizaba la ofensiva de media cancha, con los lances de corta y larga distancia, así como el contraataque, que intentaba acelerar el ataque, tomar las defensas desprevenidas y anotar en la carrera sin mucha oposición.

Sin embargo, la introducción de la línea de tres puntos ha provocado una revolución.

Al principio era poco utilizada. Eran escasos los jugadores que se aventuraban a intentar desde tal distancia. Luego aparecieron los llamados “especialistas”, muchos de ellos que salían desde la banca con la única y expresa tarea de aportar con los lances de “extra larga distancia”.

Ahora, empero, se ha “democratizado” el triple. No es que todos lo intentan si no que muchos lo están encestando con unos más elevados porcentajes de acierto lo que se traduce en una mayor cantidad de puntos.

Esto ha obligado a las defensas a cubrir más terreno, desalojar la zona restringida y subir hacia el perímetro lo que es aprovechado por los habilidosos manejadores del balón para llegar sin muchos obstáculos hacia el canasto... Lo que también aumenta el caudal de anotación.

Sume a eso la versatilidad de los jugadores actuales y verá que la “culpa” no es de la defensa. Ahora hay que cubrir más terreno.