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MUNDIAL FÚTBOL

Australia hace historia: derrota a Dinamarca y clasifica a octavos de final

Mathew Leckie anota el gol de la victoria para Australia frente a Dinamarca que le valió la clasificación para los octavos de final del Mundial de Fútbol en Catar.

Mathew Leckie anota el gol de la victoria para Australia frente a Dinamarca que le valió la clasificación para los octavos de final del Mundial de Fútbol en Catar.

Con una defensa de hierro y un contragolpe letal, Australia consiguió el miércoles una histórica clasificación a octavos de final del Mundial de Catar-2022 al vencer 1-0 a Dinamarca y quedarse con el segundo lugar del Grupo D.

Los dirigidos por Graham Arnold terminaron con seis puntos en la llave, los mismos que Francia, que perdió con Túnez por 1-0 y quedó primera por diferencia de goles (3 contra menos 1).

Túnez acabó tercero con cuatro puntos y Dinamarca última con una unidad.

Así, los Socceroos igualaron su mejor actuación histórica en un Mundial, la segunda ronda que logró la generación dorada del fútbol australiano de Mark Viduka, Harry Kewell y Tim Cahill en Alemania-2006.

Mathew Leckie a los sesenta minutos, con un estupendo contragolpe, anotó el tanto de la histórica victoria Aussie en el estadio Al Janoub, en la pintoresca zona costera de Al Wakrah, al sur de Doha, ante 41.232 espectadores.

Dinamarca, a la que solo le servía la victoria para seguir en carrera, únicamente había sido eliminada en la fase de grupos de un Mundial en Sudáfrica-2010 en sus seis anteriores participaciones.

Australia jugará en octavos de final el sábado desde las 19H00 GMT en el estadio Ahmad Bin Ali, en Doha, contra el líder del Grupo C, que se definía más tarde entre Polonia (4 puntos), Argentina (3) y Arabia Saudita (3). México, con un punto, ya no puede ganar la serie.

El vigente campeón, Francia, lo hará el domingo desde las 15H00 GMT contra el segundo de la llave C en el estadio Al Thumama.

No hay peor cuña... Dinamarca asumió el control del encuentro desde el inicio, necesitada del triunfo para seguir en Catar, mientras que los Socceroos se plantaron en su campo dispuestos a resistir y esperar su chance.

Australia aguantaba a pie firme con un 4-4-2 en la que la línea de volantes estaba pegada a la defensa, para no dejar espacios entrelíneas.

Y cuando los escandinavos lograban superar el cerrojo defensivo oceánico, apareció el portero Mathew Ryan para desbaratar cualquier intento.

Ryan, de 30 años, juega desde esta temporada en el FC Copenhague de la liga danesa.

A los 11 minutos, en la mejor ocasión de la primera etapa, desvió por encima del travesaño un violento remate al primer palo del volante Jensen, que se desprendió por sorpresa de su zona y apareció por derecha del ataque.

Ocho minutos más tarde, Ryan volvió a salvar la caída de su valla al rechazar con sus pies un centro de la muerte del lateral izquierdo Maehle, que ganó la raya y buscaba al Martin Braithwaite en el área menor.

Con Pierre Hojbjerg y el capitán Christian Eriksen dueños de la pelota, Dinamarca seguía buscando un hueco para llegar a Ryan, pero la férrea defensa australiana se lo pedía.

Eriksen, de regreso al máximo escenario tras el paro cardíaco que casi le cuesta la vida hace un año en la Eurocopa, buscaba conectar con el exdelantero del Barcelona Martin Braithwaite, absorbido por la zaga adversaria.

En el segundo tiempo el dominio danés se acentuó y ya los Socceroos no salían de su campo.

Pero a los 58 minutos sonaron las alarmas. En el otro partido de la serie Kazrhi abría el marcador para Túnez y los norafricanos trepaban al segundo lugar del grupo, eliminando a Australia y Dinamarca.

Pero dos minutos más tarde apareció Leckie, volante de 31 años del Melbourne City de su país, para realizar su obra cumbre.

Tras un corner del combinado danés, la defensa australiana rechazó y el balón le llegó a Leckie en mitad del campo.

Este salió disparado de contra, le hizo un doble regate al lateral Maehle, que había quedado como último hombre, y remató cruzado de zurda y a ras para batir al portero Casper Schmeichel, que hasta ese momento había sido un mero espectador.

Ahí murieron las ilusiones danesas y las de Túnez, que pese a su gran victoria 1-0 sobre Francia también se quedó con las manos vacías.