En época en que las actuaciones de los deportistas dominicanos en competencias oficiales internacionales era discreta, hace 33 años que el atleta olímpico y mundialista Modesto Castillo tuvo un desempeño fuera de lo normal.

Una medalla de plata, como la que obtuvo en los Juegos Panamericanos de Indianápolis ’87 (Estados Unidos), fue un logro extraordinario para un atleta dominicano de entonces.

Esa plata panamericana, la primera del atletismo dominicano en Juegos Panamericanos, combinada con su desempeño histórico de 16 años como selección nacional, lo terminaría catapultando a la inmortalidad del deporte dominicano, como en efecto ha ocurrido este lunes.