ANIVERSARIO
El monstruo llegó cargado de oro
Hace 45 años el baloncesto dominicano irrumpió con fuerza en el mapa del deporte
La advertencia tuvo como autor al fecundo periodista, cronista deportivo y federado puertorriqueño, Emilio Huyke: “Ahí viene un monstruo, el baloncesto dominicano” y así lo recoge José Oscar Fernández en su libro “Los 12 Magníficos”.
Tal vez no se le dio la atención suficiente. De hecho, los dominicanos no habían pasado de un cuarto lugar (Centrobasket 1975 Santo Domingo) como su mejor puesto en el certamen.
Pero a pesar de todas las vicisitudes pasadas, el “monstruo” era tan grande que pasó de una marca de 0-8 en 1969 a la medalla de oro en Centrobasket 1977 en Panama, logro que celebra 45 años este 11 de septiembre.
“El equipo fue con la mejor preparación que había logrado una selección nacional”, recuerda Eduardo Gómez (Pabellón de la Fama, 1995), protagonista de uno de los movimientos que dieron al traste con la exitosa presentación.
Antonio Valdez, en su libro “Tributo al Baloncesto Dominicano”, detalla como la selección nacional se fogueó con el equipo norteamericano Sports Ambassadors (24-26 de junio), Club Sirio, de Brasil (2-4 de agosto), el equipo nacional de Panamá (11-12 de agosto) y los Rockets de Houston junto al All Stars de Nate Archibald (26-28 de agosto).
“Estos partidos fueron clave para la preparación técnica. Los entrenadores Humberto Rodríguez y Faisal Abel también se emplearon a fondo con la parte sicológica y la química del equipo”, añade Gómez, quien ya había vestido el uniforme nacional en Centroamericanos y del Caribe de 1974 y Centrobasket 1975, ambos en Santo Domingo.
El contexto y las bajas
Antes y durante el trascurso del certamen, el equipo tuvo que reponerse a la ausencia de jugadores importantes. De esta forma, Kenny Jones (defensa) tuvo que atender a sus obligaciones con el Army en los Estados Unidos. El armador Winston Royal y el centro Aldo Leschorn debieron hacer mutis por compromisos universitarios.
Esto propició la presencia de un par de jóvenes de considerable estatura, pero muy poca experiencia. Evaristo Pérez y Víctor Chacón fueron los novatos elegidos y quienes más tarde terminarían con sus nombres en el Pabellón de la Fama.
Otra baja considerable fue la de Antonio –Chicho- Sibilio, el centro titular del equipo, que fue impedido de jugar por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) debido a su proceso de adquisición de la ciudadanía española. A pesar de contar con su pasaporte dominicano y la aprobación de las demás delegaciones, las autoridades de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Baloncesto (Concecaba) con su secretario general Ibrahim Pérez no le autorizaron la participación a Chicho.
“En los primeros partidos perdimos de una manera muy fea”, recuerda Vinicio Muñoz. “Nos llevamos a Naco contra San Lázaro a Panamá”, añade al recordar las precariedades económicas de la época (sin tickets aéreos minutos antes del vuelo, dietas de 10 dólares (10 pesos) y cada quien vestido con una ropa diferente).
Y es que Eduardo (Naco), Hugo Cabrera y Héctor Báez (San Lázaro) eran parte de la columna vertebral del equipo, pero arrastraban diferencias tras la atropellada conclusión de la final de ese año en el torneo superior distrital que tras una reyerta entre los jugadores terminó sin definir un campeón.
“Faisal Abel me requirió en Panamá que fuera compañero de habitación con Hugo y Héctor”, dice Gómez. “Fue una magistral estrategia ya que éramos los líderes naturales tanto de San Lázaro como de Naco”.
“O se mataban o se hacían amigos”, agrega Muñoz y rememora que a partir de ahí llegó la unión y el equipo se transformó en una familia.
“Le ganamos un juegazo a Panamá y luego otro a Puerto Rico que a mi parecer tuvieron los que han sido los dos equipos más poderosos que han podido reunir en su historia”, añade “El Fino”.
Gómez recuerda que uno de los momentos más memorables que tuvo como jugador fue el escuchar las notas del Himno Nacional interpretadas por la banda de música de la Fuerza Aérea de Panamá.
Sin embargo, no hubo ceremonia de premiación y las medallas les fueron entregadas en el parqueo, todas juntas para que se las repartieran.
El triunfo, además, significó la clasificación por primera vez del equipo dominicano para el Campeonato Mundial que fue celebrado en 1978 en Manila, Filipinas.
Las estrategias
La ausencia de Chicho dejó al equipo sin un centro natural de experiencia ya que Evaristo y Chacón eran novatos, jóvenes e inexpertos.
Vinicio pondera la actuación de los hombres altos –Hugo, Héctor, Franchy Prats- que aportaron la estatura ante la baja de Chicho. Eduardo también menciona la estrategia de utilizar a Pepe Rozón –con su fortaleza y habilidad- en la defensa de la posición dos dejando a Iván Mieses para aportar en el costado ofensivo.
El recibimiento
Junto a la selección femenina que se quedó con la plata, los ganadores fueron acompañados por miles de personas en una caravana por varias calles y avenidas de Santo Domingo.
“A ninguna selección dominicana se le ha recibido de tal manera. Una cola interminable de carros y gente desde el Aeropuerto hasta el puente Juan Pablo Duarte. En el Palacio de los Deportes miles de personas se aglomeraron para agradecernos, vitorearnos y compartir la alegría”, expresa Muñoz.
Gómez recuerda que esa misma noche del día de su llegada fueron recibidos por el presidente Joaquín Balaguer en el Palacio Nacional.
“Este ha sido nuestro equipo de ensueño que merece que se le reconozca y recuerde en cada generación para que sepa de la entrega y el sacrificio”, añade Gómez.
Posiciones: Dominicana, 6-3 (oro); Puerto Rico, 8-1 (plata); Panamá, 6-3 (bronce); México, 4-5; Honduras, 1-5; El Salvador, 1-5; Antillas Neerlandesas, 0-6.
El equipo: Antonio Sibilio, Vinicio Muñoz, Hugo Cabrera, Víctor Chacón, Héctor Báez, Evaristo Pérez, Frank Prats, Alejandro Tejeda, Eduardo Gómez, Iván Mieses, Pepe Rozón, Manolito Prince, Humberto Rodríguez (dirigente), Faisal Abel (asistente), Cheché Arias (masajista).
Los partidos
Con 30 puntos de Cabrera, 21 de Muñoz y 19 de Mieses, Dominicana venció en su debut 99-77 a El Salvador. Rolando Frazier marcó 35 y Panamá triunfó ante los criollos 111-93 en el segundo día. Cabrera (29), Héctor Báez (26) y Frank Prats (15) se destacaron. Puerto Rico dispuso de Dominicana 101-81 con 16 puntos de Rubén Rodríguez y 14 de Neftalí Rivera y Mario Morales. Báez anotó 31 y Cabrera 22.
Mieses (23), Cabrera (17), Eduardo Gómez (15), Baéz (14) y Múñoz (13) encabezaron el triunfo de 95-82 sobre México. Una fácil victoria ante Honduras (76-54) se produjo gracias a 16 tantos de Muñoz y Báez. Los 19 puntos de Víctor Chacón lideraron el triunfo 103-78 ante Antillas Holandesas.
Cabrera (23), Gómez (20) y Báez fueron los mejores cuando RD derrotó 94-86 a Puerto Rico en el inicio de la ronda final tras perder por 12 la primera mitad. Fue el primer triunfo ante los boricuas en Centrobasket y el primero tras 33 años. Cabrera y Prats marcaron 20 cada uno en el partido decisivo y los criollos prevalecieron 92-91 ante Panamá. Los mexicanos vencieron 120-88 en el último juego de la final, pero el resultado revestía poca importancia.