DEPORTE GLOBAL
Un nuevo modelo educativo que dignifique a la mujer
Uno de los grandes desafíos que tiene nuestro país, es lograr tener una educación de calidad. Antes de la pandemia era una tarea pendiente, postpandemia se hace urgente aprovechar la crisis de aprendizaje que ha generado el COVID 19, para convertirla en una oportunidad de transformar el sistema educativo dominicano y, el deporte contribuye a la igualdad y a la educación integral, establecida en el Artículo 39 y 63 de la Constitución como Derecho Fundamental.
¿Cómo puede el Estado garantizar ese derecho? Por supuesto, el lugar por excelencia es la escuela, aunque hoy nuestros niños y adolescentes que carecen de un modelo deportivo desde los recintos educativos.
Cuando nos referimos exclusivamente a la mujer el drama es mayor, por eso, se hace necesario ejecutar políticas públicas para enfrentar los indicadores negativos que afectan a la mujer dominicana.
Para tener una idea de la dificultad que viven nuestras adolescentes en el sistema educativo dominicano, no solo está la ausencia de un modelo educativo, que según Acción Empresarial por la Educación (EDUCA) tiene poca movilidad, es decir, no tiene ese atractivo que genera ese entusiasmo, participación y oportunidad.
La mujer dominicana en gran medida es la mayor afectada, porque la escuela es el único espacio donde puede transitar libremente, y de una manera u otra es una extensión de la familia. Por consiguiente, es tan urgente que tenga a disposición todos los medios necesarios para producir ese desarrollo integral, ya que las estadísticas así lo demuestran.
Según certifica un informe reciente de la ONU, el cual indica que un tercio de las mujeres en países en vías de desarrollo son madres antes de los 20 años. Asimismo el Banco Mundial coloca a la República Dominicana en el primer lugar en Latinoamérica en embarazos en adolescentes, con 93 por cada 1,000 mujeres.
Estos datos se confirman con la investigación realizada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y EDUCA, el 39.8% de las mujeres se salieron de manera prematura del sistema educativo, debido a que contrajeron unión conyugal o quedaron embarazadas.
Una vez embarazadas salen de la escuela quedando condenadas a ejercer empleos de poca remuneración y exponer a sus bebes a una vida de insuficiencia educativa y nutricional.
Un sistema educativo dinámico, estructurado y bien organizado constituiría un espacio de oportunidad y participación que impactaría a estos indicadores negativos que afectan a la mujer dominicana.
De acuerdo a investigaciones que se han realizado en distintas universidades de Estados Unidos, las mujeres que practican deportes y realizan sus estudios tienen mayores posibilidades de tener calificaciones más altas y graduarse. Además, pocas probabilidades de quedar embarazadas.
En nuestro país, no existe una predisposición en contra de la mujer, ya que ha participado de manera activa en el deporte en nuestra historia, pero un modelo deportivo fuera del sistema educativo como el que tenemos en la actualidad cierra los espacios de participación, equidad e igualdad afectando de manera significativa su desarrollo integral.
El Estado debe promover una educación integral y de igualdad como lo define la catedrática Lourdes Ruiz Lugo “la formación integral es una perspectiva de aprendizaje intencionada, fortaleciendo a la personalidad responsable, ética, critica, participativa, creativa, solidaria y capacidad de reconocer e interactuar con su entorno para que contribuya a su identidad cultural”.
Continua diciendo promover el crecimiento humano, a través de un proceso que supone de una visión multidimensional de la persona, tiende a desarrollar aspectos como la inteligencia emocional, intelectual, material, social y ética-valoral.
Para la Asociación Dominicana de Derecho Deportivo (ADODEP), el mejor antídoto para contrarrestar los males que afectan a una sociedad es una educación de calidad, donde la escuela produzca equidad, igualdad, reduzca la marginalidad, la violencia contra la mujer; pero sobre que aporte al desarrollo humano e integral.
Es importante que todos nos unamos en un solo propósito para que nuestros niños y niñas sean educados con los valores y las capacidades intelectuales para enfrentar los retos de un mundo complejo.