FÓRMULA UNO

Leclerc y Ferrari entran líderes en la 'recuperada' Australia

Charles Leclerc fue el ganador de la prueba inaugural de la Fórmula Uno en Baréin.

Charles Leclerc fue el ganador de la prueba inaugural de la Fórmula Uno en Baréin.

Ferrari, la escudería más laureada de la Fórmula Uno, llega al 'recuperado' Gran Premio de Australia, que se disputa el próximo fin de semana en el remozado circuito semiurbano de Albert Park, en Melbourne, copando ambos lideratos: el del monegasco Charles Leclerc, en el Mundial de pilotos; y el que éste ocupa junto al español Carlos Sainz en el campeonato de constructores.

Leclerc, de 24 años, ganador de la prueba inaugural, en Baréin; y segundo hace dos domingos en Arabia Saudí -donde se impuso el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), último campeón del mundo- lidera el Mundial con 45 puntos, doce más que Sainz -segundo en Sakhir y tercero en el circuito urbano de Yeda-, junto al que encabeza el campeonato de constructores, con 40 de ventaja sobre Mercedes: ganadora de los últimos ocho; y que, según se desprende de las dos primeras carreras del año, parece no haber dado aún con la tecla que le permita volver a optar a victorias.

Sainz, de 27, quinto en el pasado Mundial -que su compañero acabó séptimo- arrancó de forma notable el primer campeonato de la 'nueva era', con dos podios que elevaron a ocho su relación de 'cajones' en la categoría reina y a seis los que cuenta desde que pilota para la 'Scuderia'. Pero el piloto madrileño no salió contento del todo de ninguna de las dos primeras pruebas, sin haberse adaptado aún por completo al nuevo monoplaza; pero con la certeza, no obstante, de que el coche le puede deparar numerosas alegrías.

En Australia reventó por los aires el posteriormente reconfigurado Mundial de 2019, a causa de la pandemia de la covid-19. Melburne, que iba a acoger, en marzo de ese año, la primera prueba del campeonato, acabó cancelándola poco antes de que hubieran arrancado los entrenamientos libres, con todos los equipos desplazados a Oceanía y después de que comenzasen a producirse los primeros positivos por coronavirus. Una circunstancia que obligó a no pocos a salir rápidamente del país, para evitar quedarse confinados en 'Down Under'.

Ese Mundial, que acabó disputándose con un calendario reducido y fortísimas restricciones sanitarias, concluyó con el séptimo título con el que igualó el récord histórico del alemán Michael Schumacher el inglés Lewis Hamilton (Mercedes); al que destronó el año pasado, en un final no exento de polémica -en la última vuelta de la última carrera, en Abu Dabi-, Verstappen, de 24 años (trece menos que el anterior), que hace dos domingos firmó su vigésima primera victoria en la F1, en Yeda. En un Gran Premio convulso en el que hubo un atentado, un amago de plantón de los pilotos y un accidente espectacular -por fortuna sin mayores consecuencias- de Mick Schumacher, el hijo del 'Kaiser'; y que se resolvió a favor de la joven estrella neerlandesa en el tramo final, en el que relegó al segundo puesto a Leclerc.

Hamilton -que también posee los récords históricos de 'poles' y victorias en la categoría reina (103, en ambos casos)-, no pasó del décimo hace dos domingos en Yeda, tras dar por bueno el tercer puesto de Baréin, que le permitió añadir otra plusmarca a su lista: ser el único con al menos un podio en 16 temporadas seguidas (las 16 que lleva en la F1). En espera de tiempos mejores, el excéntrico y espectacular campeón de Stevenage, el piloto más exitoso del pasado decenio, se relajó haciendo paracaidismo antes del tercer Gran Premio de la temporada.

Sergio Pérez, compañero de 'Mad Max', había firmado en Arabia la primera 'pole' de toda la historia para México; antes de resultar claramente perjudicado por la entrada en pista de un coche de seguridad -justo cuando había efectuado su entrada en boxes- que le obligó a conformarse con un cuarto puesto, cuando apuntaba de forma clara a la que hubiese sido su tercera victoria en la F1.