Embarazo de Beatriz Pirón le impedirá asistir a los JJOO
La pandemia del coronavirus se ha llevado sueños, ilusiones, planes y proyectos y hasta ha acabado con la vida de seres apreciados y queridos. Beatriz Pirón es una de las atletas de mayor jerarquía del deporte dominicano y de las pesas.
Pirón, ganadora de medalla de oro de la categoría de los 49 kilogramos femeninos del torneo de levantamiento de pesas de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, tenía un sueño, una meta: asistir a los Juegos Olímpicos de Tokío 2020 que debieron celebrarse en julio pasado, pero el surgimiento del Covid-19 hizo postergar esa cita deportiva para el próximo año.
Para Pirón, quien también terminó como figura destellante de su categoría en los Juegos de Barranquilla 2018, “todo se fue a pique” con la postergación de los Juegos de Tokío 2020.
Venía cumpliendo un riguroso programa de entrenamientos pretendiendo una medalla en la más exigente cita deportiva.
Gran sorpresa
En estos meses de pandemia y paralización de las actividades, Pirón ha salido con un embarazo, lo que pone un stop a sus pretensiones de asistir a los venideros Juegos Olímpicos.
“Estoy embarazada. Ha sido una sorpresa”, afirma la laureada atleta de levantamiento de pesas, madre de dos niños a sus 25 años. Este será el tercer vástago que tendrá Pirón.
La primera hija lleva por nombre Yamilka Elizabeth, de diez años y el segundo se llama Berlyn Elián, de seis.
Al conocer de su embarazo, Pirón debió interrumpir sus actividades rutinarias para mantener cierta forma para cuando regresara al entrenamiento intensivo.
Ya lleva dos meses de embarazo, lo que descarta que pueda estar hábil para los Juegos Olímpicos de Tokío 2021. Tras conocer de su embarazo tuvo que parar sus actividades físicas, se ha dedicado a quehaceres en su hogar y ha tenido tiempo para dedicarlo a sus hijos.
El sueño de Pirón de asistir a esos juegos queda postergado y ella dice lamentar la situación.
“Si Dios lo quiso así, lo acepto”, dice resignada la atleta.
Reacción
La Federación Dominicana de Levantamiento de Pesas, también ha sentido pena por la situación de embarazo de Pirón, pues tenía cifradas esperanzas en que “ella podría realizar un buen trabajo en Tokío”.
Su evento más reciente fue a principio de este año cuando asistió al Mundial celebrado en Tailandia donde se posicionó en la sexta posición.
“A lo primero me sentí un poco mal porque todo el mundo esperaba fuera a esas olimpiadas”, precisa la más dominante atleta de su categoría en el país. Sin embargo, ella no pierde la esperanzas de asistir a otra olimpíada que no sea la de Tokio.
“Tengo una meta que cumplir, apenas tengo 25 años.
Mí meta no muere ahí”, expresa la nativa de San Pedro de Macorís.
Pirón dice sentirse feliz y contenta “porque un bebé es una bendición de Dios”.
Lleva cinco años de unión con Juan de Jesús Peña, pero no han tenido hijo.
Pero no todo ha sido pena por no poder asistir a los Juegos Olímpicos de Tokío y es que el pasado mes de julio Pirón recibió una vivienda entregada por el Gobierno.
“En esta cuarentena recibí mí casa. Era un anhelo que tenía”, porque es madre de dos niños y espera un tercero, aunque a la vivienda “aún les faltan detalles” como ponerles protectores a las puertas y persianas y amueblarla.
Pirón reside en el kilómetros 3 de la carretera Mella, en San Pedro de Macorís y la vivienda que le fue entregada por el Ministerio de Deportes y el Instituto Nacional de la Vivienda está situada en el residencial Villa España de esa misma carretera.
Pirón pertenece a una familia de tradición en el deporte de las pesas.
Es sobrina de Guillermina Candelario, una ex atleta que tuvo una carrera brillante en este deporte, sus hermanos Jhon y Ana son dos atletas activos del equipo nacional de esa disciplina.
También es prima de Crismery Santana, quien es otra laureada levantadora de pesas.
DETALLES
Apuntes Gran influencia.
Guilermina Candelario la tomó de la mano y la llevó al complejo de San Pedro de Macorís para que siguiera sus pasos en el deporte de las barras y los discos de hierro.
Su vecina.
La hoy inmortal del Depote Dominicana reside en una humilde vivienda justo al frente de la Pirón en San Pedro de Macorís.