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Horford y su valor más allá de las estadísticas

Su experiencia y la voluntad de hacer las cosas lo hacen un jugador importante en el rompecabeza del equipo de los Sixers de Filadelfia.

Al Horford, a pesar de salir del banco y jugar menos minutos, mantiene su calidad de juego y los aportes para los Sixers.

Al Horford, a pesar de salir del banco y jugar menos minutos, mantiene su calidad de juego y los aportes para los Sixers.

Con una victoria muy ne­cesaria el lunes pasado contra los San Antonio Spurs, el tiro más impor­tante del partido de los Philadelphia 76ers vino de Shake Milton. Sin embar­go, la decisión más impor­tante que hizo posible ese juego provino de un juga­dor muy difamado que no se llamaba Shake.

Desde su llegada el ve­rano pasado, Al Horford ha sido colocado en una caja por numerosos es­cépticos. Su papel y efica­cia han sido criticados. Su ajuste ha sido cuestiona­do. Su edad y movilidad disminuida cuelgan sobre su cabeza como un avión no tripulado listo para lan­zar una bomba en su ca­rrera. Sin embargo, lo que se pasa por alto a menudo es su experiencia y dispo­sición para hacer lo me­jor para el equipo sin ne­cesidad de ser el centro de atención.

Debo admitir que cuan­do Horford jugó para At­lanta y Boston, quedé decepcionado. Verlo for­mar un equipo All-Star con números de peatones me hizo poner los ojos en blanco. ¿Cómo podría es­tar entre los atletas y su­perestrellas más elitistas de la NBA? La broma so­bre Horford en el equi­po All-Star era que todo lo que le faltaba en estilo y destello lo compensa­ba colocando magníficas pantallas para sus compa­ñeros de equipo.

Una vez que se convir­tió en Sixer, lo abracé co­mo el jugador que podía mantener al equipo a flo­te cuando Embiid descan­saba. Aprecié el hecho de que siempre parecía el profesional consumado, despreocupado por la po­pularidad y sobresalir.

Como insinué ante­riormente, Horford no es su prototipo de All-Star. Cuando se trata de pa­trocinios, en lugar de co­merciales de Gatorade, consiguió el siempre tan codiciado anuncio de le­che con chocolate. Hor­ford consiguió, no Pepsi, ni Coca-Cola, ni siquiera Powerade. En cambio, se convirtió en una de las po­cas caras del sabor suave y refrescante de la leche con chocolate. ¿Los Sixers nece­sitaban ese tipo de estrella para la temporada?

Versus los Spurs Avance rápido a la bur­buja de Disney: aunque no presentó números prolífi­cos contra San Antonio el lunes por la noche, Horford tuvo un juego sólido como reserva, contribuyendo en la ofensiva y la defensa. Pu­so 32 minutos, anotó nueve puntos, atrapó seis rebotes, repartió tres asistencias y tuvo dos bloqueos, lideran­do al equipo en la categoría +/- (+17).

Sé lo que estás pensando. Esos son números de cho­colate con leche. ¿Por qué deberían pagarle decenas de millones por los núme­ros de chocolate con leche? Claramente, no dominaba como Embiid. No fue tan impactante como Tobias Harris. Todo lo que hizo fue utilizar la experiencia de un veterano y sus habilidades para tomar decisiones rápi­das que lo llevarían al mejor tiro de la noche.

Valor contra números Analicemos por qué el valor de Horford no pue­de vincularse estrictamente a los números en este mo­mento. Con 10 segundos en el reloj y dos puntos menos, Shake Milton estaba listo para entrar el balón. Embiid ya estaba en posición baja, listo para recibir el pase. El defensa de Milton, Dejoun­te Murray, estaba ayudan­do a Jakob Poeltl, negando cualquier recepción clara. Milton metió el balón a Hor­ford en la línea de 3 puntos, quien parecía inclinado a lanzarle el balón a Embiid.

Ese único segundo pa­ra evaluar la situación es lo que hace que Al Horford sea tan valioso para este equipo. Sabía que el hom­bre de Josh Richardson es­taba encerrado en el poten­cial lanzamiento a Embiid en el lado débil. Incluso el defensor de Shake Milton se hundió tanto para aba­rrotar el centro de los 76ers que cuando Milton inter­vino después del pase, ha­bía una buena distancia de 10 pies entre él y Murray. Si Ben Simmons no hubie­ra cometido una falta, tal vez habría recibido el pase de Milton. Y conociendo a Ben, es muy posible que hu­biera intentado forzar el ba­lón hacia abajo y provocado una pérdida.

Como el destino lo ten­dría, Simmons estaba en el banquillo como espectador, mientras que Horford apro­vechó su experiencia y de­cidió hacer la mejor jugada de la noche, bueno, al me­nos el mejor pase.

SEPA MAS Valioso para los Sixers Pieza fundamental. Horford es el jugador de banca más caro de la liga, pero jugadas como la que hizo contra los Spurs con un pase a Milton para ganar el partido es lo que lo hace tan valioso para este equipo. Puede que el juego de Horford no sea el más sexy de la liga. Sus números nunca llegarán a los millones que gana. Sin embargo, su experiencia veterana y su voluntad de hacer las pequeñas cosas es lo que debemos aceptar.

Si estamos dispuestos a ser pacientes, ajustar nuestras expectativas y contentarnos con leche con chocolate en lugar de Gatorade, Al Horford podría ser la pieza más importante del rompecabezas de los 76ers, con un contrato desfavorable o no.