Baní se prepara para entrar al béisbol profesional

El estadio de beisbol, Luis María Herrera, en Baní, está siendo reparado lue­go de mas de 40 años de construido, gracias a la ini­ciativa “del pelotero de la patria”, Miguel Tejada (La Guagua), quien procura además la participación de esta localidad sureña, con su propia franquicia, en el próximo torneo nacional de verano del beisbol pro­fesional 2021.

El grueso del costo de las reparaciones de las ins­talaciones deportivas del estadio Luis María He­rrera ha sido asumido por la Empresa de Gene­ración Hidroeléctrica Do­minicana (Egehid), según explicó el ingeniero De­ninson Salcedo, de la com­pañía constructora PRO­CITRON, a cargo de los trabajos.

Rafael Soto (Kilo), miembro de La Unión De­portiva Banileja, quien participa de forma direc­ta en la supervisión y apo­yo de estos trabajos, indicó que el remozamiento del Luis María Herrera ten­dría una inversión inicial, en la rehabilitación del te­rreno de juego, de unos 8 millones de pesos, “pero la inversión final podría su­perar los 40 millones de pe­sos”, indicó.

La obra

Según el ingeniero Salcedo, a cargo de la obra, el plan general de intervención de la infraestructura del pley, implica recuperación, reha­bilitación y drenaje del te­rreno de juego, así como la colocación de toda el área verde interior(grama).

Reparación, también, de los dugouts, graderías, te­chado, baños, verja perime­tral y sistema eléctrico, en­tre otros.

Estarían pendiente, se­gún ha explicado Kilo Soto, de conseguirse los recursos para las torres y luminarias que permitirían realizar jor­nadas nocturnas del torneo de beisbol de verano y de otras ligas, aunque si mos­tró que las bases para su ins­talación se están habilitan­do.

La Historia

El Luis María Herrera, exis­te como pley para los ba­nilejos desde 1945, según explica el profesor Car­los Mackinney, quien fuera manager de varios equipos amateurs en Baní, desde los años 70. Y la infraestructu­ra actual fue levantada en 1974, explican beisbolistas aquí.

Para lograr la rehabili­tación del estadio Luis Ma­ría Herrera y la inclusión de Baní, en una franquicia de beisbol profesional a ni­vel nacional, Miguel Tejada ha recibido el apoyo de ins­tituciones y personalidades acreditadas en la materia a nivel nacional, así como de empresarios y profesionales banilejos; empezando con el Ministerio de Deportes, en la persona de su ministro Danilo Díaz, quien incluso ha visitado ya este estadio a manera supervisión y com­promiso.

Otras entidades, que es­tán dando un apoyo irres­tricto a este sueño de Teja­da, se ha informado, son La Liga de Beisbol Profesional de Republica Dominicana (LIDOM) y La Federación Dominicana de Beisbol (FE­DOBE), cuyos presidentes Vetilio Mejía y Juan Núñez, han asumido con “entusias­mo y mucha entrega este proyecto”, que colocará a Baní, otra vez, entre los ac­tores principales del depor­te rey en República domini­cana, el beisbol (la pelota).

El rediseño y hermosea­miento de la fachada del estadio estará a cargo de la oficina de arquitectos ba­nilejos, que preside Ismael Díaz Melo.

Otros apoyos importan­tes son los del empresario y abogado Ramón de Los Santos, también el empre­sario de medios de comuni­cación locales, Arsenio Or­tiz, y dos grandes empresas que hasta ahora han pedido reserva de sus nombres, se citan entre los grupos que se han sumado a este pro­yecto que busca concretizar este gran anhelo del pueblo banilejo, “pelota profesio­nal en Baní”.

Los planes

El Estadio debe estar listo y entregado antes del 16 de agosto, según los cálculos, pues la Liga de Verano esta supuesta iniciar en septiem­bre próximo, y Baní estará allí con su equipo de beis­bol, “Cafetaleros del Sur”, afirmó Soto, un sueño que los banilejos acarician hace más de 20 años.

SEPA MÁS Expectativas en la provincial

Proyección.

El viejo parque debe estar listo y entregado antes del 16 de agos­to próximo, según los cálculos, pues la Liga de Verano esta supues­ta iniciar en septiembre próximo.

Franquicia.

La provincia Peravia es­tará representada allí por los “Cafetaleros del Sur”, afirmó Soto, un sueño que los banilejos acarician hace más de 20 años.

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