A TIRO DE HIT
Daniel Bard regresa, siete años
En 2010, el relevista Daniel Bard fue una pieza importante de los Medias Rojas de Boston. Como preparador de Jonathan Papelbon, el derecho tuvo PCL de 1.93 con un ponche por entrada, exhibiendo una bola rápida que tocaba 100 mph y tenía velocidad promedio de 98. Se perfilaba como el futuro cerrador del equipo ante la inminente agencia libre de Papelbon.
Pero apenas tres años después, luego de un fallido intento de integrarse a la rotación de abridores de su equipo, la carrera de Bard parecía terminada a sus 28 años. El abrupto descenso fue provocado por una combinación de ansiedad, serios problemas de descontrol y lesiones.
Lo más notable fue la súbita pérdida de la habilidad para tirar strikes, tal como le había ocurrido con anterioridad a Steve Blass, Rick Ankiel y otros. En 2012, Bard otorgó 6.5 transferencias por cada nueve entradas y vio su PCL dispararse a un pésimo 6.22. Una lesión abdominal provocó que perdiera casi todo el 2013. Ese invierno se fue a Puerto Rico a tratar de recuperar la magia perdida en un ambiente de menos presión. Trabajando con los Criollos de Caguas, enfrentó 13 bateadores, golpeó tres y otorgó ¡nueve bases por bolas!
Luego hizo otros infructuosos intentos de regreso con los Vigilantes, Cardenales y Mets. Con estos últimos, llegó a intentar el estilo “submarino”, lanzando por debajo del brazo.
Finalmente optó por “retirarse” en 2017, tomando un empleo como mentor en la organización de los Diamondbacks de Arizona. Por todo esto, el momento que vive en su carrera es tan reconfortante, sobre todo en esta época en que tanto necesitamos historias de fe y perseverancia.
Hace una semana, Bard recibió la noticia de que iniciaría esta temporada en Grandes Ligas con los Rockies de Colorado luego de una competente actuación en los entrenamientos veraniegos. En el retiro y mientras asistía a jugadores jóvenes, el proceso de tirar la pelota volvió a ser automático, según Bard declaró recientemente a Jon Paul Morosi de MLB.com. Esa repetición en base a memoria muscular sin pensar en lo que cada parte del cuerpo está haciendo es vital en el éxito de un lanzador. de recibir reacciones positivas de otros jugadores sobre cómo estaba lanzando la pelota, el derecho de 35 años decidió hacer un último intento con los Rockies, que ya podemos considerar exitoso. Veremos cómo le va trabajando en un paraíso de bateadores como el Coors Field de Colorado.