Fifagate: ex presidente de Concacaf Alfredo Hawit puede volver a Honduras

En una audiencia por teleconferencia este lunes y a través de un intérprete, Hawit hizo un mea culpa ante la jueza de Brooklyn Pamela Chen diciendo que "asume la responsabilidad de sus actos", "ha cambiado considerablemente" y "lamenta (su) conducta".

El hondureño Alfredo Hawit, ex presidente de Concacaf y ex vicepresidente de FIFA, fue autorizado este lunes a regresar a su país por una jueza estadounidense, más de cuatro años después de haberse declarado culpable en el escándalo de corrupción conocido como "Fifagate".

Hawit, de 68 años, se declaró culpable en abril de 2016 de cuatro cargos dentro del amplio escándalo de corrupción en el órgano rector del fútbol mundial, que incluían asociación ilícita, fraude electrónico y conspiración para obstruir la justicia.

En una audiencia por teleconferencia este lunes y a través de un intérprete, Hawit hizo un mea culpa ante la jueza de Brooklyn Pamela Chen diciendo que "asume la responsabilidad de sus actos", "ha cambiado considerablemente" y "lamenta (su) conducta".

La jueza consideró que, por graves que fueran sus delitos, Hawit había "aceptado la plena responsabilidad de manera extraordinaria" y ya había sufrido "una forma de castigo" al ser puesto bajo arresto domiciliario en Estados Unidos, lejos de su familia en Honduras, durante más de cuatro años.

Chen también estimó que su participación en la corrupción, que resultó ser endémica en muchas federaciones latinoamericanas, "no se parecía" al hombre que había llevado una vida dedicada al servicio público.

La jueza limitó su condena al tiempo que Hawit ha estado recluido, incluido el tiempo que pasó en Suiza, donde fue detenido a principios de diciembre de 2015, antes de ser extraditado y encarcelado en Estados Unidos y luego puesto bajo arresto domiciliario.

De esta forma, Hawit puede regresar a Honduras, explicó la jueza, aunque formalmente estará en libertad condicional durante otros dos años, con la obligación de responder a cualquier solicitud del sistema de justicia de Estados Unidos y la prohibición de realizar funciones relacionadas con el fútbol.

El proceso conocido como Fifagate exhibió una trama de sobornos millonarios pagados por sociedades de márketing deportivo a dirigentes a cambio de los derechos en las retransmisiones televisivas y promoción de torneos continentales, incluidas competencias de la Concacaf (Confederación de fútbol de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe).