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Quique Setién, nuevo dirigente del Barça, llega para plasmar su concepción del fútbol

El preparador santanderino Quique Setién ha dado el gran salto en su carrera profesional al hacerse cargo del FC Barcelona, equipo en el que la exigencia es máxima y en el que intentará plasmar su concepción del fútbol, la de ser siempre protagonista con el balón y buscar los triunfos con el juego de toque como base principal.

Setién, de 61 años, vuelve así a los banquillos después de que el pasado 19 de mayo, y pese a que su entonces club, el Betis, concluyera LaLiga con victoria en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid (0-2), decidiera cortar su vinculación con el cántabro. Entonces, tras aquel partido, la entidad verdiblanca comunicó que ambas partes habían decidido "no continuar juntos la próxima temporada" a pesar de que el técnico tenía contrato en vigor hasta junio de 2020. "En los dos últimos años, Setién ha llevado al Real Betis de nuevo a competición europea, ha multiplicado de forma importante el valor de la plantilla verdiblanca, ha contribuido a potenciar el papel de la cantera y ha conseguido triunfos de enorme valor que pasarán a la mejor historia del Real Betis", subrayó el comunicado del club sevillano. "Sevilla hay que conocerla, hay que estar allí para entender su pasión para todo. Soy el primero que me tenía que haber educado mejor en ese aspecto. Hay que mirar la historia del Betis para ponerlo en un contexto. Por la calle muchos aficionados me dan abrazos y las gracias. Con eso me quedo y no con los gritos en un momento de frustración", dijo, por su parte, Setién en su despedida como preparador de los verdiblancos. El cántabro se hizo cargo del equipo en la campaña 2017-18 y la cerró con el éxito de clasificarlo para una competición europea varias campañas después, por lo que en la siguiente el objetivo fue el de repetir el billete para un torneo continental. El Betis no lo logró al quedar décimo en la tabla y, además, sufrió tras el parón navideño dos importantes decepciones: las eliminaciones en los dieciseisavos de la Liga Europa ante el Rennes francés y en las semifinales de la Copa del Rey frente al Valencia. El revés frente al Valencia significó, también, que el equipo bético no pudiera hacer realidad el sueño de jugar la final copera en su estadio Benito Villamarín, en la que se midieron el conjunto che y precisamente su nuevo equipo, el Barcelona, con derrota azulgrana por 1-2 y un nuevo torpedo que impactó en la línea de flotación de Ernesto Valverde. Setién, por su parte, estuvo lastrado por esos dos grandes mazazos que se unieron a la irregularidad en LaLiga, lo que generó una corriente en contra de la labor del entrenador, que se hizo palpable en las gradas del estadio heliopolitano con el grito de 'Quique vete ya'. Esa falta de empatía del cántabro con la afición bética fue evidente y ello llevó a una situación que los dirigentes de la entidad cortaron al llegar a un acuerdo para que no cumpliera la tercera temporada que tenía firmada. Quique Setién tuvo el calor de la grada desde su llegada, en un primer año en el que con un claro e irrenunciable esquema de juego logró clasificar al conjunto bético para la Liga Europa al quedar sexto, aunque todo cambió cuando la pasada temporada las cosas empezaron a torcerse. En total, sus números -39 victorias, 22 empates y 33 derrotas en dos ejercicios- y sus logros objetivos, sexto en el primer año y décimo en el segundo y semifinalista de la Copa del Rey, no fueron nada malos, y a ello unió triunfos sonados como el 3-5 en el campo del Sevilla y las victorias en el Camp Nou (3-4), las dos ante el Real Madrid en el Bernabéu, más la lograda ante el Milan en San Siro en la fase de grupos de la Liga Europa. Sin embargo, el idilio de Quique Setién con la afición se resquebrajó en el segundo ejercicio y a ello contribuyó la escasa diplomacia del cántabro en sus comparecencias ante la prensa. Ya en el presente curso, cuando el arranque de su sustituto, Joan Francecs Ferrer 'Rubi', fue bastante negativo y se habló mucho de su posible destitución, muchos aficionados verdiblancos también se acordaron del santanderino y de que una segunda etapa en el Betis podría ser la solución. Rubi logró enderezar el rumbo y Setién ha sabido esperar sin equipo para que ahora le llame uno de los de mejor currículum del mundo, el FC Barcelona.