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EL BIG PAPI REGRESA

Ortiz: Dios me usa para poder ayudar al prójimo

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Pedro G. BriceñoSanto Domingo, RD

David Ortiz está de regreso a su tierra y lo hizo como el gran Big Papi que es: Rodeado de varios de los niños a quienes su fundación les ha hecho salvar varios cientos de vida.

Ortiz hizo su primera presentación oficial en el país y la misma se produjo en el lugar en que su carrera comenzó a descollar, el estadio Quisqueya Juan Marichal.

El futuro inmortal acceso a las 6:12 de la tarde por el camerino de los Leones del Escogido para convertirse en la figura central del Partido de leyendas organizado por la Federación Nacional de Peloteros Profesionales y de inmediato recibió la gran ovación de un público que lo ha adorado durante mucho tiempo.

“Saben que somos una familia y los quiero mucho, ya ustedes saben,”, expresó el exjugador, cuya entrada lo convirtió en la principal atracción de la tarde noche, en un encuentro fraternal entre jugadores del ayer y la actualidad casi nunca observado en el país.

Al igual que Ortiz, la actividad fue por una buena causa, La Fundación ST Jude, que tiene por finalidad ayudar a niños con enfermedades cancerosa.

Tras su arribo un amplio aparataje lo rodeó, mientras saludaba a viejos amigos, algunos se hacían selfie con él e iba de la mano de varios de los niños que ha ayudado.

Ortiz agradeció a todos sus colegas y a todos los jugadore de Grandes Ligas porque durante su proceso ellos estuvieron pendiente de él.

Habló sobre la fundación que apoya y dijo que la niñez dominicana necesita avanzar y es el futuro de todos.

“Yo pienso que Dios nos usa como instrumento para poder ayudar al prójimo, a esos niños que lo necesitan. Aquí ando con los niños de mi fundación, una gran parte de ellos, niños que los hemos operado de su corazón ya, que tienen una vida normal y eso es algo que me llena a mí de mucho regocijo y de mucho orgullo. Que viva papa Dios y que viva la República Dominicana”, dijo Ortiz.

David Ortiz al momento de ingresar al terreno del Estadio Quisqueya Juan Marichal en medio de la algarabia de decenas de fanáticos. RAUL ASENCIO.