Los inmortales de la clase 2019
Seis décadas ininterrumpidas de servicio al deporte de RD
El doctor Bolívar Vargas Candelario es uno de los dirigente más dilatados que tiene el deporte dominicano en estos momentos.
Tiene 61 años ininterrumpidos en el deporte, cumpliendo todas las etapas de un deportista: Atleta, entrenador y dirigente, roles por los que ha transitado la vida del doctor Vargas Candelario, especialmente en el deporte de levantamiento de pesas de cuya federación es su actual secretario general. Tiene 84 años de edad y es especialista médico natural.
Su vida deportiva comenzó desde muy niño entre la práctica del atletismo, gimnasia y béisbol, en su natal comunidad de Caraballo, municipio de Montellano, en la provincia de Puerto Plata.
Su mayor orgullo es haber transitado todos esos años por el deporte sin que “nadie me pueda señalar con un acto reñido con las normas que rigen la moral y la buena conducta del deporte”. Tampoco como ciudadano común, fuera del aspecto deportivo.
“Nadie me puede señalar. No tengo expediente”, apunta de forma enérgica Vargas Candelario, pero también observa que el deporte “ha sido una escuela y una fábrica de hacer amigos”.
Vargas Candelario fue uno de esos hombres que en su juventud se sumó a los movimientos contra la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo. En un tramo de su vida, se unió a Manolo Tavarez Justo y a movimientos de resistencias de esa época e incluso fue encarcelado. “Pasé momentos de muchas vicisitudes pero Dios me vio con ojos de piedad”, recuerda con ojos humedecidos.
A sus 84 años, dice sentirse “un hombre realizado”, no porque haya sido seleccionado para ser llevado a la inmortalidad deportiva como propulsor, sino por el legado que está dejando a las presentes y futuras generaciones del deporte de toda su vida: levantamiento de pesas.
Médico de profesión, Vargas Candelario tiene el deporte como “una escuela de compañerismo” y el deporte de levantamiento de pesas ha sido su escuela. “Este deporte es una escuela que ha formado hombres y mujeres de diferentes calibres que hoy sirven a la sociedad desde diferentes posiciones”, apunta Vargas Candelario, citando nombres emblemático de esa disciplina como son Amaury Cordero, ganador de medalla de oro en los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1974; Wanda Rijo, múltiple medallista Panamericana, Centroamericana y del Caribe y mundialista; por igual Yuderki Contreras, Beatriz Pirón, Crismery Santana, otros más antiguos como San Lázaro de la Cruz, “El Pollito” Ortega, entre muchos otros.
Al margen de esos atletas, gente como José Márquez, un dirigente de toda la vida, ha sido un eterno amigo y compañero de grandes jornadas deportivas junto a Vargas Candelario, a quien conoció en los albores de estudiantes en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Vargas Candelario fue un corredor de los 400 metros planos del montón y Márquez un atleta de levantamiento de pesas, en unos días donde la dictadura de Trujillo ejercía el poder con gran ferocidad, pero entre los estudiantes había un gran anhelo de libertad. “Ejercía la política no partidarista y ese sentimiento se acentuó en 1959 cuando la invasión antitrujillista de Constanza, Maimón y Estero Hondo”, recuerda.
Cita también a Gerardo Quintin y José Manuel Camarena, entre otros dilatados dirigentes de las pesas.
Periplo. En las pesas, donde ha transitado por más medio siglo, primero fue atleta, después entrenador y posteriormente dirigente hasta el día de hoy.
Funciones. Fue un certificado juez internacional por muchos años, y también fue miembro del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano.
Promotor. Se siente orgulloso de haber promovido el deporte de las pesas a todos los niveles y mucho más de haber sido formador de generaciones de dirigentes y técnicos de diferentes niveles de esa disciplina.