DIRECTIVOS ALEMANES ESTUVIERON INVOLUCRADOS
Tribunal alemán acepta demanda por supuesta "evasión fiscal" en torno al Mundial de fútbol del 2006
Un tribunal alemán ha comunicado este lunes que acepta la demanda por "evasión fiscal" contra Wolfgang Niersbach y Theo Zwanziger, ambos expresidentes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), y contra otros dos antiguos directivos, al respecto de la supuesta concesión fraudulenta a Alemania para organizar el Mundial del año 2006.
El Tribunal Regional Superior de la ciudad de Fráncfort ha señalado que existe suficiente sospecha contra Niersbach y Zwanziger, así como contra Horst R. Schmidt, antiguo secretario general de la DFB, y Urs Linsi, exfuncionario de la FIFA, de que "cometieron evasión impositiva o fueron cómplices de evasión fiscal".
Así, este Tribunal Regional Superior ha anulado la decisión de la Audiencia Provincial, que había rechazado en octubre de 2018 la apertura del procedimiento principal. Los cuatro sospechosos han sido acusados por la fiscalía de evasión fiscal, a razón de un importe de 6,7 millones de euros pagados por la DFB a la FIFA, en 2005, en relación con ese Mundial que se celebró en tierras alemanas.
El pago fue declarado por la DFB como una contribución para un evento cultural del Mundial, que nunca tuvo lugar y por lo tanto se desgravó como gasto de empresa a efectos fiscales. A principios de este mes, los fiscales federales suizos presentaron una demanda contra los cuatro acusados.
Se alega que habían "engañado fraudulentamente a los miembros del consejo de administración del comité organizador del Mundial" sobre el propósito del pago. Los acusados negaron haber cometido un delito y una declaración del bufete de abogados de Zwanziger afirmaba este mismo lunes que las acusaciones eran "infundadas".
Los cuatro exdirectivos podrían ser condenados a penas de cárcel de hasta cinco años o multas pecuniarias, según el informe del Tribunal Regional Superior. Franz Beckenbauer, abreviado como "futbolista F.B." en dicho informe, no es uno de los acusados en el proceso de Fráncfort. En Suiza, el caso del legendario exfutbolista fue separado de los otros acusados debido a su estado de salud.
Los investigadores creen que los 6,7 millones de euros fueron una devolución oculta vía FIFA al entonces presidente ejecutivo de Adidas, Robert Louis-Dreyfus. En 2002, una suma similar fue transferida de una cuenta del presidente del comité organizador, el propio Beckenbauer, y de su mánager de entonces a una cuenta en Catar de una de las empresas de Mohamed Bin Hammam, suspendido de por vida por la FIFA por cargos de corrupción. Lo que ocurrió con ese dinero todavía se desconoce.
Poco después, Beckenbauer recibió esta suma como préstamo de Louis-Dreyfus, quien a su vez reclamó a la DFB la devolución del dinero tres años más tarde. La DFB transfirió en 2005 los 6,7 millones a Louis-Dreyfus a través de una cuenta de la FIFA. Entre tanto, Alemania acabó siendo elegida como sede del torneo en el año 2000, por parte del comité ejecutivo de la FIFA y en una elección en la que se impuso por 12 votos a 11 sobre la candidatura de Sudáfrica.