Larry Drew no estaría más allá con los Cavaliers

Larry Drew guió a los Cavaliers de Cleveland durante una temporada tormentosa, plagada de lesiones, rachas negativas y resignados sueños en que un sorteo favorezca al equipo durante el próximo draft.

El entrenador de 61 años buscó hacer actos de magia con un plantel limitado, hizo exigencias inusitadas a basquetbolistas jóvenes y trató de que todo eso ocurriera de un modo divertido, sin perder la concentración y dando pasos simultáneos para el crecimiento del base novato Collin Sexton.

Drew se ha ganado el respeto de sus colegas y de sus jugadores.

Pero difícilmente estará otra temporada al frente de los Cavs.

El domingo, el entrenador dijo que no había conversado sobre su futuro con la gerencia de Cleveland. Y en el equipo, muchos piensan que Drew dirigirá su último partido este martes, cuando los Cavaliers concluyan su temporada regular frente a los Hornets de Charlotte, quienes necesitan vencer a Cleveland y a Orlando para tener oportunidad de colarse a los playoffs.

Las esperanzas de los Cavs —y su racha de cuatro participaciones consecutivas en la final— se evaporaron prácticamente desde julio, en el momento en que LeBron James decidió que los Lakers de Los Ángeles serían su siguiente equipo.

Pero en momentos en que Drew se acerca al final de su gestión con Cleveland, persiste el aprecio hacia él.

"Hizo un trabajo fantástico, especialmente con todas las lesiones que tuvimos. Yo no diría que hubo turbulencia, sino que esto fue difícil desde el comienzo", comentó el alero estelar Kevin Love, limitado a 22 encuentros por una cirugía en el dedo gordo de un pie y por otras dolencias.

"Al comienzo, cuando él tomó el cargo, nos hizo jugar extremadamente duro, y creo que esa actitud continuó".

Los Cavaliers finalizarán con una de las tres peores fojas de la temporada, junto con Phoenix y Nueva York. Tienen un 14% de probabilidades de ganar la lotería del mes próximo para definir quién elegirá como primera selección del draft a Zion Williamson, de Duke.

Drew heredó un caos en octubre, cuando Cleveland destituyó a Tyron Lue, el único entrenador en los últimos 54 años que había guiado al equipo hacia un campeonato, pero quien había comenzado la campaña con una foja de 0-6.

En medio de la inestabilidad, Drew dejó claro que quería quedarse por más tiempo, y rechazó la etiqueta de "interino", al señalar que buscaba más garantías.

Siguieron nueve días de estira y afloja. Los Cavs renegociaron el contrato de Drew para darle un alza salarial y una opción para la próxima campaña.

En caso de que los Cavs decidan ir en otra dirección, Drew recibirá un pago por la cláusula de rescisión.