Pepe Frías no quiso que se lo contaran

Jesús -Pepeó Frías vino el pasado martes desde Estados Unidos para estar presente en la fiesta beisbolera que protagonizan las Estrellas Orientales y que tanto le eludió.

“He venido a apoyar a las Estrellas, ya que soy parte de este equipo”, manifestó el ex torpedero, quien vistió el uniforme verde durante 11 temporadas (1971-1981).

“Tienen buen equipo y estaban inspirados”, resaltó Pepe Frías, de 72 años de edad.

“Fernando, a pesar de que está en su primer año como manager, ha hecho un gran trabajo y los muchachos le jugaron contentos”, puntualizó.

Tatis no pudo ocultar la emoción al ver a Frías bajar al terreno para abrazarle y felicitarle.

“Me siento honrado, de verdad que sí, al ver que una personalidad como él haya venido para apoyarnos”, subrayó. “Son muchas las personas importantes que se han acercado a nosotros”.

Acto seguido, el manager de las Estrellas llamó a su padre Fernando Tatis, quien reside en Estados Unidos, para que conversara con Frías.

“Oye a quien tengo por aquí”, le dijo Tatis a su progenitor y le pasó el celular a Pepe.

Además de compueblanos, Tatis padre y Frías fueron compañeros desde la campaña de 1968-69 hasta el 1971 con los Leones del Escogido, el primer equipo de ambos en el torneo dominicano.

Fue a partir de la siguiente temporada cuando Pepe, un torpedero de gran alcance y excelentes manos, pasó a las Estrellas, conjunto con el que tuvo average de .236 en 550 encuentros.

Durante todo ese tiempo, el título de campeón se le eludió con el equipo de su pueblo.

Recordo que en la final de 1974, cuando el conjunto oriental cayó ante las Aguilas Cibaeñas en un decisivo noveno juego, fue la ocasión que más cerca estuvieron de levantar el trofeo de campeón.

La primera señal de que las cosas no saldrían bien esa tarde dominical en el estadio Tetelo Vargas, la dio el estelar James Rodney Richards, un derecho de bola de humo, que no pudo abrir el encuentro porque se quemó en su mano de lanzar en el hotel antes de partir para el estadio Tetelo Vargas.

Los bates orientales fueron silenciados por el zurdo norteamericano Kevin Kobel y las Aguilas ganaron cinco por dos, otra amarga experiencia para el colectivo de la Sultana del Este y su fiel fanaticada.