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EXBOXEADOR

El “Pequeño” Meléndez fallece de un infarto

Héctor Ray Meléndez

Héctor Ray Meléndez

Enfrentando a los mejores boxeadores de las décadas de los años setentas y ochentas se ganó el mérito de disputar el cetro universal y en la ciudad de Seúl, Corea del Sur, tomó notoriedad histórica en el deporte nacional al arrebatarle el micrófono a un improvisado presentador que intentó entonar el Himno Nacional Dominicano de forma inadecuada, tomó el control del portavoz y cantó el himno con solemnidad y luego ofreció una gran demostración boxística aunque le negaron ser campeón del mundo con un bochornoso empate. Héctor “Ray” Meléndez falleció la madrugada del domingo a la edad de 65 años.

El “Pequeño” Meléndez como también le conoció la mayoría de los fanáticos del mundo del boxeo, era un hombre “callado y decente”, pero de gran coraje y alta técnica pugilística tanto en su carrera de amateur como en profesional, esta última desarrollada en Venezuela casi por completo.

“El jueves en hora de la noche él se sintió mal, taquicardias y dolores en el pecho y fue llevado al hospital, donde se le atendió de emergencia e incluso le colocaron aparatos respiratorios, estuvo interno hasta el domingo, pero cuando lo iban a despachar a la casa y le quitaron los aparatos, volvió a empeorar y en poco tiempo murió tras un infarto”, explicó a LISTÍN DIARIO el promotor César Mercedes (Mangüita).

Su carrera

Meléndez defendió los colores patrios en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1970, en Ciudad Panamá, siendo eliminado por el boricua Héctor Hernández a los puntos. Como profesional fue guiado por el venezolano Rafito Cedeño, quien luego de hacerle una carrera de 14 combates, con solo una derrota, lo lleva a Corea del Sur el 30 de marzo de 1979 a disputar el cetro minimosca (108 libras) del Consejo Mundial de Boxeo ante el monarca Sung Jun Kim, con quien empata el combate a 15 rounds ante la protesta internacional.

En una revancha obligatoria, Meléndez no logró convencer a los jueces de nuevo, cayendo ante el coreano Kim por votación unánime: 143-147, 140-146 y 143-144 en las tarjetas.

Tres victorias de recuperación llevaron otra vez al dominicano a una confrontación titular, pero frente a un rival más experimentado y con el mejor alcance de la división, el panameño Hilario Zapata, quien lo derrotó con claridad en 15 vueltas en su segunda casa, Caracas, Venezuela.

Quizás la mejor noche de su vida deportiva fue la del 13 de mayo de 1981, cuando por fin pudo vencer a su archirrival oriental Sung Jun Kim ante más de ocho mil fanáticos que asistieron al Palacio de los Deportes de Santo Domingo, para verlo salir en hombros de su séquito tras dominar los 10 rounds pactados. Meléndez se sacó una vieja espina del pecho, pero no pudo ser campeón, ya que Kim había sido destronado por el japonés Shoji Oguma, en julio del año anterior.

Tras dos derrotas a finales de 1981, abrazó el retiro definitivo del cuadrilátero con marca de 14 victorias (3KOs), 5 derrotas y 4 empates; en lo adelante se aferró a la prédica del evangelio, tanto en la ciudad de Nueva York como en Santo Domingo, hasta el final de sus días.

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