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CON LOS CAMPEONES

Un nuevo estadio de béisbol

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Mario Emilio GuerreroTweeter: @megkrant

Desde que se produjo el incendio en el palco de prensa del estadio Quisqueya-Juan Marichal, el 27 de diciembre del pasado año, han proliferado los reclamos por una remodelación a fondo de la instalación o por la construcción de un nuevo parque de béisbol. El siniestro trajo a flote un tema recurrente, que cada cierto tiempo cobra actualidad, sobre todo cuando se pone de manifiesto lo disfuncional que resulta el longevo aforo deportivo. Alguien, que al final nunca se supo quién fue, propuso que la nueva instalación estuviera ubicada en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, donde actualmente se encuentra el estadio olímpico Félix Sánchez, pretensión que fue unánimemente rechazada por la ciudadanía.

Proyectos Son varios los proyectos que se han presentado a la Liga de Béisbol para el remozamiento del vetusto estadio capitaleño y casi todos requieren de desembolsos millonarios en dólares. Pero hasta ahora, de lo que no se ha hablado es qué institución costeará los trabajos, es decir, de donde saldrán los fondos necesarios para llevarlos a cabo. Cuando se sugiere que el Gobierno se haga responsable de la restauración del parque de pelota, que en octubre cumplirá 63 años de ser inaugurado, surge la oposición de mucha gente que señala que esa no es una inversión prioritaria, en un país que carece de hospitales y escuelas, además de otras obras esenciales. Eso es verdad, pero tampoco es menos cierto que las instalaciones deportivas son imprescindibles para el desarrollo integral de las comunidades y las autoridades están en la obligación de construir este tipo de infraestructura.

Financiamiento Para que la remodelación del parque Quisqueya-Juan Marichal sea un proyecto viable, se debe efectuar una reunión entre los principales directivos de los equipos que tienen su sede en el estadio, Tigres del Licey y Leones del Escogido, con funcionarios del Ayuntamiento del Distrito Nacional y del Gobierno, para determinar el mejor diseño, en términos de diseño y costo, y evaluar las potenciales fuentes de financiamiento. Es preciso saber de dónde saldrá el dinero para un proyecto de esa magnitud, no simplemente presentar proyectos que por falta de recursos quedan irremediablemente engavetados.

La razón El remozamiento del estadio Quisqueya-Juan Marichal es una necesidad, pero no teniendo como objetivo primordial que nuestro país sea sede de una pata del Clásico Mundial de Béisbol o pueda presentar partidos de Grandes Ligas. Hago este señalamiento porque está demostrado que el fanático dominicano, en su gran mayoría y por las razones que fuere, no apoya este tipo de evento. En 1999, los Medias Rojas de Boston y los Astros de Houston celebraron una serie de dos partidos en Santo Domingo, como parte de sus entrenamientos primaverales. El evento resultó un fracaso de taquilla, porque el público no asistió al parque capitalino, a pesar de que Pedro Martínez militaba con los Medias Rojas y José Lima era miembro de los Astros. Esa fue la última vez que dos equipos de MLB jugaron en el país y desde entonces nadie se ha atrevido a embarcarse en una empresa similar por los riesgos económicos que conlleva. Por eso creo que el motivo principal para realizar la remodelación del estadio, debe ser beneficiar a los aficionados que asisten a los partidos del campeonato otoño-invernal, que de esa manera disfrutarían de una instalación confortable y con todas las facilidades.

En otros deportes Pero, nuestro país no sólo necesita de un moderno parque de béisbol, sino que también requiere con urgencia de un nuevo pabellón para baloncesto. Los encuentros de nuestra selección de baloncesto de mayores frente a Islas Vírgenes y Canadá, celebrados en noviembre del pasado año bajo el nuevo sistema de competencia de la FIBA, de partidos de ida y vuelta, muy similar al de la FIFA, tuvieron que celebrarse en la Arena del Cibao Oscar Gobaira, de Santiago, ya que el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto no está apto para servir de escenario a un certamen de este nivel. En igual situación se encuentra el fútbol, así como otros deportes que están en pleno desarrollo y también requieren de canchas que cumplan con los estándares de sus federaciones internacionales. Por consiguiente, podemos llegar a la conclusión de que estamos huérfanos de modernas instalaciones en nuestras principales disciplinas deportivas.

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