PÉRDIDAS
Lluvias en la zona Norte golpearon duro al deporte
Crecidas de cañadas y ríos provocaron cuantiosos daños en polideportivos
El deporte fue golpeado con severidad por las inundaciones producidas tras la caída de las constantes lluvias que afectaron la zona norte del país, fenómeno que además devastó viviendas, la agricultura, ganadería, alterando las vidas de miles de residentes en las diferentes demarcaciones.
Varios polideportivos, estadios de béisbol y softbol, canchas de baloncesto, campos de fútbol entre otros sufrieron las embestidas del fenómeno atmosférico en municipios como Altamira, Guanánico, Villa Isabela, pertenecientes a Puerto Plata, así como en Gaspar Hernández y Cayetano Germosén, de la Provincia Espaillat.
El estado en que quedaron las instalaciones tras la crecida de ríos y cañadas neutralizaron por completo las actividades deportivas que se realizan allí ante el cúmulo de agua y lodo que se apoderó de todas las áreas.
En Altamira, por ejemplo un torneo de baloncesto navideño, una tradición del municipio, su apertura fue pospuesta en dos ocasiones por los aguaceros y fue este domingo cuando su organizador Aridio García, con trofeos y copas en manos, estaba previsto darle su inicio, en un polideportivo aún en condiciones infra humanas, carente de pintura y con graderías en mal estado, debido a que las aguas ocupaban hasta dos pies de altura.
El estadio de béisbol de Guananico esta convertido en toda una laguna, cuya acumulación de agua la convierte en un criadero de mósquitos y en esas mismas condiciones figura la cancha de baloncesto agrietada en más de un 50 por ciento de su estructura, en ambos escenarios impide de manera total que niños y jóvenes retomen sus prácticas como lo hacían dos meses atrás.
En Villa Isabela, municipio prospero en actividades deportivas con gran incidencia en el softbol, baloncesto y el naciente kortball también los daños fueron drásticos. En Gaspar Hernández, el estadio de béisbol y softbol Julio Pérez, hogar donde actúan una docena de equipos cedió ante las embestidas del río Joba, que arrastró una gran parte de la pared del jardín central y el terreno de juego quedó en tan pésimas condiciones que se requerírá de al menos unos dos meses para que nuevamente esté apto para volver a jugar.
Justo al lado, está el campo de fútbol, que el paso del fenómeno provocó un crecimiento de las gramas y actualmente es más un hábitat para que los caballos se alimenten del pasto que para jugar y se requiere de la presencia de un tractor para ponerlo en condiciones adecuadas.
La mano amiga Ante esta problemática que ha provocado la desesperación de dirigentes deportivos de los diferentes municipios llegó una mano amiga que observó y supervisó los daños en que incurrieron las lluvias: el Ministro de Deportes, Danilo Díaz.
En un recorrido de un domingo completo, que comprendió unos 500 kilómetros en carretera por los municipios mencionados, Díaz junto a un personal del departamento de Planificación y Mantenimiento de Instalaciones del Ministerio de Deportes hizo un levantamiento de la diversidad de daños causados en esos lugares y asumió el compromiso de manera personal a reparar las instalaciones afectadas junto con varios de los alcaldes, con quienes conversó en su recorrido, como en Guananico, con Ramón Alberto Dorrejo, Villa Isabela, Luis Alberto Morrobel y Nerio Burgos, de Gaspar Hernández. “Son muchos los daños que han sufrido las instalaciones deportivas y los que nos corresponde como Ministerio es trabajar de inmediato para que en al menos un trimestre se trate de que todo pueda retornar a la normalidad”, señaló Díaz, luego de supervisar personalmente los daños incurridos y junto a los ingenieros y arquitectos dejar escritos las necesidades que se requieren corregir en cada entidad.
Desde ya se dará inicio a los trabajos y en lo que acontece el proceso, Díaz dejó a la dirigencia deportiva de los pueblos visitados una buena cantidad de utilerías para ser usadas en las prácticas de las diferentes disciplinas.
Al arribar al polideportivo que culminaba la trayectoria, al Ministro les correspondió realizar el saque de honor en un torneo navideño entre Los Arbolitos y Reyes Magos en Cayetano Germosén y como paradoja al momento en que lanzaba la pelota al aire comenzó un aguacero, de tanta magnitud como los que provocaron su presencia en los diferentes lugares.