BÉISBOL INVERNAL
Iwasaki se “aplatana” a la vida dominicana
Para acelerar su proceso de adaptación al país, lo primero que Sho Iwasaki hizo desde que llegó fue observar detenidamente el comportamiento de los dominicanos e incluir en su dieta diaria el “mangú power”. “Comencé a mirar cómo se comportaba la gente, tratar de imitarla para facilitar el proceso de ajuste”, manifestó el pitcher japonés, quien registra una buena labor con las Águilas Cibaeñas. “Lo que más me ha impresionado del dominicano es que, a pesar de no tener dinero, luce feliz, luce que está disfrutando la vida”, expresó Iwasaki, de 25 años. Declaró que eso le ha marcado mucho porque es muy diferente al típico comportamiento frío que caracteriza a los nipones. Dijo que tras vivir el cambio cultural ahora siente un mayor respeto por Ángel Castro, su compañero en el equipo cibaeño, y por Wily Mo Peña, a quienes conoció mientras reforzaban en la exigente Liga Profesional de Japón. “Ahora entiendo lo difícil que fue para ellos ajustarse a la liga, a la vida de Japón”, expresó Iwasaki. El “Platano Power”Dijo que el proceso de adaptación a la gastronomía criolla le fue más fácil porque el arroz y el pescado les son comunes a la de ambos países. También porque ya conoce las virtudes del “Plátano Power”, que tan popular ha hecho su colega lanzador Fernando Rodney, principalmente, desde la memorable participación de República Dominicana en el Clásico Mundial. “Eso no falta en el menú”, enfatiza Iwasaki. “Cuando acudo a los restaurantes procuro que haya mangú en el servicio”. El espigado pitcher de 6¥2 de estatura y 185 libras ha aprovechado su estadía por poco más de un mes en Dominicana para conocer los encantos de sus playas y complejos turísticos. “Las playas dominicanas son increíbles. Desde que tengo tiempo libre voy a Puerto Plata y Punta Cana para disfrutar de sus bellezas”, resaltó. Iwasaki, quien el pasado año lanzó en el torneo de Puerto Rico, tiene foja de 2-1 y un promedio de carreras limpias permitidas de 3.45. A diferencia de la experiencia que tuvo en Borinquen, le llama la atención que la gente le reconoce en las calles y que tiene una gran pasión por el béisbol. Lamenta que su última salida en el circuito local se producirá el próximo en el estadio Cibao contra el Licey. Explicó que su contrato expira esta semana y que el Sindicato de Jugadores de Japón prohíbe a sus miembros jugar en enero en otras ligas.