Un poder debilitado
El poder contralor del Estado, representado por la Cámara de Cuentas, está francamente debilitado.
Su capacidad constitucional para auditar las cuentas nacionales se ha visto constreñida por las fricciones, desacuerdos y fallas de gestión en los últimos años.
Varios de sus miembros, en distintos períodos, han sido cuestionados por su conducta dentro del organismo, generando dudas sobre su integridad.
Suscríbete Gratis
Por favor, regístrate ahora para seguir leyendo
¿Ya estás registrado? Inicia sesión aquí