Malletazo contra la arbitrariedad
El fallo del Tribunal Constitucional (TC), anulando la Ley 1-24 que crea la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), constituye un hito en la defensa de los derechos fundamentales y la supremacía de la Constitución en nuestro país.
Este malletazo es una contundente respuesta a una legislación que amenazaba principios esenciales como la privacidad, la libertad de prensa y la confidencialidad de las fuentes.
Con esta decisión, el TC demuestra nuevamente que es un guardián firme de las garantías democráticas.
Es lamentable que esta ley haya sido promovida desde el Poder Ejecutivo y aprobada por el Congreso Nacional con artículos que generaban ambigüedades y riesgos graves para derechos ciudadanos consagrados en la Constitución.
En su artículo 11 obligaba a los ciudadanos y entidades a entregar cualquier información requerida por la DNI, sin las debidas garantías judiciales.
Mientras que en el artículo 26 imponía sanciones desproporcionadas que podrían fomentar la autocensura, algo incompatible con un Estado de derecho.
Las denuncias hechas por la Sociedad Dominicana de Diarios (SDD), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y líderes de opinión, así como la revisión jurídica promovida por sectores críticos, fueron determinantes para evidenciar las falencias de esta legislación.
Desde el LISTIN DIARIO apoyamos la necesidad de institucionalizar un órgano como la DNI, vital para la seguridad nacional, pero bajo un marco jurídico que respete plenamente los derechos ciudadanos y los principios democráticos.
El Poder Ejecutivo tiene ahora la oportunidad de subsanar este error y presentar un proyecto reformulado que garantice el equilibrio entre seguridad y libertad.
Es imperativo que cualquier normativa futura sobre inteligencia nacional no se convierta en un instrumento de arbitrariedad o abuso.
Este malletazo contra la arbitrariedad no solo es un triunfo de la justicia, sino también un recordatorio de que las leyes deben nacer del consenso, con respeto absoluto por los derechos humanos y los valores democráticos.