Las enseñanzas del Foro
El Foro de Salud Mental ha dejado en claro que el país enfrenta una real epidemia de trastornos emocionales, exacerbada por múltiples factores.
Enfrentarla requiere no solo de acciones individuales, sino de una respuesta colectiva que incluya políticas públicas, recursos suficientes y un cambio cultural en la forma en que abordamos la salud mental.
Uno de los mensajes centrales fue la importancia de evitar la soledad y la necesidad de contar con alguien con quien hablar.
Este sencillo acto de conexión humana puede ser un salvavidas emocional para muchos que, en la vorágine de la vida diaria, enfrentan desafíos que van desde el estrés hasta problemas más graves como la ansiedad o la depresión.
La realidad amerita que los ciudadanos prioricen actividades como el descanso, la meditación y el ejercicio.
Estas prácticas no solo benefician a quienes las realizan, sino que también fortalecen el tejido social al promover un ambiente de respeto y comprensión.
Los expertos también mencionaron los escasos recursos económicos y humanos, la falta de educación sobre el tema, la carencia de centros especializados y la exigua cobertura para estos servicios en el sistema de seguridad social.
Estos problemas, además del abuso de sustancias como el alcohol y las drogas, agravan la situación y dificultan el acceso a una salud mental de calidad para la población.
Otro punto alarmante discutido fue la complejidad y dificultades de la “ruta de un paciente en crisis”.
Esto se traduce en un proceso marcado por limitaciones como la falta de especialistas, camas hospitalarias y personal capacitado para enfrentar situaciones de salud mental.
A esto se suman el alto costo de los tratamientos, las inequidades en el acceso, y el estigma que enfrentan los pacientes y sus familias.
Esta situación deja en evidencia que aún hay un largo camino por recorrer para garantizar que quienes sufren trastornos mentales reciban más apoyo y atención, no solo del Estado, sino de toda la sociedad.
Listín Diario agradece profundamente a los panelistas, a la PUCMM, al Ministerio de Salud Pública y a las asociaciones especializadas por su valiosa cooperación y aportes en este evento que, sin duda, ha dejado lecciones esenciales para todos.