Un remedio peor que la enfermedad
Funcionarios del Ministerio de Obras Públicas acaban de informar que el primer tramo de la circunvalación de Baní –entre Galeón y la avenida Fabio Herrera– será abierto al tránsito en diciembre.
Prometen, además, que en febrero próximo se completará la parte restante que llegará hasta Ojo de Agua, entre Paya y Catalina.
Esa decisión provocaría un caos peor que el congestionamiento actual que se quiere remediar.
Abrir el tránsito para que los vehículos que vienen a la capital desde el sur se desvíen en Galeón y entren a la ciudad de Baní por la avenida Fabio Herrera, es enviarlos a embotellar todo el perímetro urbano.
Con el tránsito congestionado en sentido Este-Oeste que tapona el centro y con toda la zona residencial al sur de la ciudad llena de vehículos procedentes de Galeón, el caos será total.
Haciéndolo así, Obras Públicas está propiciando un daño mayor al tránsito en Baní, que es precisamente lo contrario del objetivo de la circunvalación.
“El que espera lo mucho, espera lo poco”, se ha dicho por centurias.
Si los conductores han esperado por años un paso franco hacia el sur, y los banilejos han soportado la congestión en sus calles, ¿para qué improvisar un remedio peor que la enfermedad?
Tómese el tiempo que se tome, la responsabilidad de Obras Públicas no es presentar acciones disfuncionales, sino concluir la avenida con calidad, seguridad y viabilidad.
Desde que se conoció el anuncio de inaugurar el primer tramo de la circunvalación, la voz unánime de Baní, desde autoridades hasta el resto de la sociedad, es que eso resultaría en un agravamiento del caos en el tránsito.
Si Obras Públicas quiere mejorar el tránsito en Baní para fin de año, la primera medida que debe tomar es eliminar el muro (policía acostado) que está frente a la Fortaleza “Máximo Gómez”.
Ese muro, que solo sirve para paralizar el tránsito totalmente en ambos sentidos y mandar miles de vehículos a taponar la ciudad, debe ser eliminado y esa sola medida, carente de costo, dará fluidez a la circulación.
Otra medida complementaria, es que la Sala Capitular de Baní ordene y haga cumplir la prohibición del estacionamiento a lo largo de las calles Máximo Gómez y Presidente Billini, por tratarse de ser la carretera Sánchez.
Baní necesita que el presidente Abinader le eche una mano para que no multiplique el caos y, en cambio, su sano juicio propicie soluciones.