En la era del insulto y el desasosiego social
La sociedad dominicana parece vivir en una era de creciente desasosiego.
Las agresiones verbales, los insultos y el irrespeto a las leyes y figuras públicas, incluyendo al presidente, se han vuelto comunes.
Este ambiente tóxico refleja un malestar profundo, alimentado por problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión, que afectan a un gran segmento de la población.
Los trastornos más frecuentes en el país están vinculados a la ansiedad, la depresión y el alcoholismo.
Es decir, las mismas tensiones y frustraciones que afectan la salud mental están propiciando un entorno social cargado de violencia verbal, peleas y falta de civismo.
Es un círculo vicioso en el que la falta de bienestar emocional alimenta comportamientos destructivos que, a su vez, intensifican los sentimientos de angustia y desesperación.
El deterioro en la convivencia social está estrechamente ligado a la insuficiencia de los servicios de salud mental, que han permanecido estáticos desde 2020.
Este círculo vicioso amenaza con desestabilizar el tejido social.
Es urgente que la sociedad reflexione sobre las consecuencias de la falta de respeto y el aumento de la agresividad.
No podemos permitir que la sociedad dominicana siga descendiendo por este camino de hostilidad e irrespeto.
Debemos retomar el rumbo hacia una convivencia basada en el respeto a las leyes, a las autoridades y, sobre todo, al prójimo.
La salud mental de nuestra sociedad está en juego, y no es solo tarea del gobierno, sino de cada uno de nosotros, frenar este desliz y abogar por un ambiente más sano, respetuoso y civilizado.