Un problema en vías de solución
La protección de la calidad del agua es uno de los tantos retos imperativos que tiene el Estado para asegurar la salud de los ciudadanos.
Pero, al mismo tiempo, es una responsabilidad que deben compartir envasadores, autoridades y distribuidores, y también los propios consumidores.
El Listín Diario ha estado informando durante los últimos días sobre los riesgos de exponer al sol y al calor el agua potable en envases plásticos.
Como ya han advertido los médicos especialistas, esta práctica puede comprometer la calidad del agua y, en consecuencia, la salud de los consumidores.
En respuesta a esas advertencias, la Asociación Dominicana de Procesadoras de Agua ha decidido cooperar con Pro Consumidor para aplicar medidas que aseguren una mayor protección de la calidad del agua embotellada que ellos procesan.
Esta decisión es un paso alentador hacia la garantía de que los productos que llegan a los hogares dominicanos sean seguros y de alta calidad.
Sin embargo, la implementación de estas medidas no es suficiente por sí sola.
Es indispensable que exista una correcta y sistemática fiscalización para asegurar que las disposiciones acordadas se cumplan de manera rigurosa y constante.
Insistimos en la necesidad de que las autoridades competentes realicen inspecciones periódicas y mantengan una vigilancia estricta sobre el cumplimiento de estas nuevas normativas.
Solo a través de una supervisión eficaz se puede garantizar que el agua embotellada mantenga los estándares de calidad y seguridad necesarios para proteger la salud de los consumidores.
Este acuerdo es un importante avance, pero su éxito dependerá de la diligencia y el compromiso de todas las partes involucradas.