Un peligro latente

La comunidad del kilómetro 14 de la autopista Duarte no puede esperar más.

Su muy usado paso a desnivel, conocido como “El Puente de la Sirena”, luce bastante destruido.

Esta situación se ha convertido en una fuente de preocupación y peligro constante para los transeúntes y moradores de la zona.

Un equipo de nuestros reporteros lo notó plagado de goteras, rodeado de basura, sin iluminación adecuada y escuchó denuncias sobre alta incidencia de delincuencia en sus entornos.

El estado del puente no solo representa una incomodidad sino un verdadero peligro para quienes se ven obligados a transitar por él.

Varias columnas de una de sus entradas están casi desbaratadas, con rupturas y varillas expuestas y destruidas.

Además, los vehículos de gran altura, como los camiones, agravan el deterioro al impactar contra la estructura, incrementando así el riesgo de colapso.

Los residentes y conductores expresan su frustración y temor. “Manden a arreglar eso” y “se nos va a caer encima” son clamores comunes que reflejan la urgencia de una intervención inmediata.

Sin embargo, las autoridades parecen hacer oídos sordos a estos llamados, dejando a la comunidad expuesta a un peligro inminente.

Con la temporada ciclónica en plena actividad, la urgencia de reparar este desnivel es crítica.

La infraestructura deteriorada y sin mantenimiento puede sufrir daños aún mayores con las lluvias y tormentas que deje el huracán Beryl y otros fenómenos esperados.

Esta situación pone en riesgo no solo la integridad del puente sino también la vida de quienes dependen de él para sus desplazamientos diarios.

Hacemos un llamado vehemente a las autoridades pertinentes para que tomen acción inmediata y reparen esta infraestructura.

La falta de acción no solo refleja una deficiencia en la gestión pública sino también un desprecio por la vida y seguridad de los dominicanos.