Periodismo en apuros

Así, de simple, es el axioma que propone el Digital News Report 2024 al describir los fuertes retos que desafían al periodismo en estos tiempos.

Los sucesivos cambios que se han producido tras la pandemia del Covid y la irrupción de las tecnologías de la Inteligencia Artificial generativa, presagian más incertidumbres.

Este último reporte subraya el inquietante fenómeno de la “evasión de las noticias”, la baja confianza en los medios de comunicación, la caída del tráfico de noticias en las redes sociales y la aparición de nuevos modelos de comunicadores, muy ajenos a la profesionalidad periodística.

Como periodista que ha dedicado más de 55 años de vida a esta carrera y como director de diarios, he tenido que lidiar con estos desafíos, sin tirar la toalla.

He visto la evolución de los medios, desde los días en que las noticias llegaban a nuestros lectores en blanco y negro hasta esta era digital, donde la información está a un clic de distancia.

Sin embargo, hoy enfrentamos un desafío que nunca imaginé que alcanzaría tales dimensiones: la infodemia.

La infodemia es la sobreabundancia de información, buena y mala, que nos satura diariamente.

Esta avalancha de noticias, especialmente las que generan perturbaciones emocionales, ha llevado a muchos a evitar las noticias por completo.

No puedo culparlos. La constante exposición a noticias negativas puede ser agotadora. Pero, ¿qué hacemos ante este fenómeno?

Primero, como medio de comunicación, debemos enfocarnos en la calidad sobre la cantidad.

No se trata de inundar a los usuarios con cada detalle que ocurre en el mundo, sino de ofrecerles contenido que realmente importe, que enriquezca sus vidas y les ayude a comprender mejor su entorno.

Debemos proporcionar contexto y profundidad en nuestras historias. No basta con reportar el qué; es esencial explicar el porqué y el cómo.

Al profundizar en los temas, podemos ofrecerles una visión más completa y menos fragmentada del mundo.

En estos tiempos, es crucial humanizar las noticias.

Detrás de cada titular hay personas, historias de vida, luchas y triunfos.

Al resaltar estos aspectos humanos, podemos conectarnos emocionalmente con el público y recordarle que, a pesar de las adversidades, hay historias de esperanza y resiliencia.

En un contexto como este, reconozco la importancia de cuidar la salud mental. Y por ello aconsejo a los lectores que no se sumerjan en las noticias continuamente.

Dense un respiro cuando lo necesiten. Seleccionen cuidadosamente las fuentes en las que confían y busquen un equilibrio entre mantenerse informados y proteger su bienestar emocional.

Nuestro compromiso es trabajar arduamente para ofrecer un periodismo responsable, empático y enriquecedor.

Si bien el periodismo está en apuros, no quiere esto decir que va camino a la extinción.

Todavía contamos con muchos recursos y alternativas para acomodarnos a los cambios, y aprovecharnos de sus ventajas y bondades.