Reflexiones del director

Encontronazo con Balaguer

Durante años, he tenido que reportar a la Sociedad Interamericana de Prensa los eventos que afectan el ejercicio del periodismo en nuestro país.

Como vicepresidente de la Comisión de Libertad de Prensa, no sólo he enumerado amenazas y agresiones contra la prensa, sino que las he calificado según su gravedad.

Comparando los últimos años con las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, las diferencias son abismales.

En los tres periodos consecutivos del presidente Joaquín Balaguer, periodistas y medios de comunicación sufrieron atentados, censuras, apresamientos y desapariciones.

Un detallado inventario de estos atropellos y sus víctimas está en el libro “Crímenes contra la prensa dominicana”, de Óscar López Reyes. Tuve el honor de prologar y presentar esta obra hace 14 años, destacando las calamidades de la prensa dominicana en 163 años de vida republicana.

Al revisarla ahora, recordé un grave episodio que viví mientras entrevistaba al presidente Balaguer tras una recepción en la embajada de los Países Bajos.

La noche anterior hubo un intenso tiroteo en el barrio Guachupita, que cubrí para el Listín Diario. Vimos cómo decenas de vecinos eran sacados de sus casas y detenidos.

Impresionado por estos abusos, al día siguiente denuncié el hecho y pedí la opinión de Balaguer.

El jefe de la Policía, general Braulio Álvarez Sánchez, se interpuso y me apretó el cuello para callarme. Le grité que no me atropellara, ya que estaba en mi derecho.

Balaguer me pidió que repitiera la pregunta, lo que hice, aunque incómodo y jadeante.

El general no dio tregua y me empujó, haciendo que cayera al suelo junto a otros periodistas. Balaguer se marchó rápidamente y el jefe policial nos recriminó por no mencionar el drama de las familias de los policías heridos en Guachupita.

Mirando hacia atrás, celebro que los periodistas de hoy se desenvuelvan en un entorno con más libertades y respeto, y con menos peligros.

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