¿Existe un “Cartel ambiental” en el país?
Con el mismo modus operandi del narcotráfico y el consumo de drogas, así también parece funcionar en el país una especie de “Cartel ambiental”.
A nadie le cabe que las depredaciones de recursos naturales se materializan por obra y gracia de una operación audaz, secreta y perfecta de sus autores.
Para poder explotar ilícitamente esos recursos naturales, de tierra o mar, sucede lo mismo que con el narcotráfico, el contrabando o el trasiego de indocumentados por la frontera.
Con papeletas en las manos, los jefes y sicarios del “Cartel ambiental” imponen su supremacía sobre las autoridades llamadas a ser guardianes celosos de esos recursos.
Explotarlos inmisericorde o impunemente solo es posible con la ayuda de compinches, convenientemente pagados y automáticamente sometidos al chantaje.
Así es que opera el esquema en la frontera, en las aduanas, en fin, en toda actividad que promete fortunas y ganancias fáciles sin necesidad de pagar impuestos o someterse a las normativas y requisitos legales.
Para extraer arenas de ríos o minas terrestres, o de las Dunas de Baní, así como para explotar todo tipo de maderas y especies forestales, como el guaconejo, los depredadores tienen que “cantearse” con los que custodian esos bienes.
Es un mal nacional, bastante extendido, que pone en evidencia la transversalidad de la corrupción.
Especialmente en aquellas esferas donde la prohibición legal, los sistemas de permisología o contrataciones, por más invulnerables que parezcan, pueden ser doblegados por las coimas mafiosas.
“Si no se conservan los recursos naturales no habrá desarrollo económico en el país”, proclamó a principios de este mes el presidente Abinader al anunciar la iniciativa “República Dominicana 30x30”.
Este es el más ambicioso proyecto para proteger y conservar los recursos naturales del país, previsto para ejecutarse, como dijo el presidente, “con disciplina, pasión y decisión”.
¡Enhorabuena!
La sociedad tiene que sumar su respaldo a esta iniciativa, pero antes es preciso desmantelar el “Cartel ambiental” que explota esos recursos, sin duda alguna con la complicidad de autoridades.