Se acerca la hora cero
Una confluencia de hechos presagia la proximidad de la “hora cero” para el inicio de una solución política y militar a la crisis de Haití.
La Comunidad del Caribe ha tomado el timón para la elección de un consejo presidencial provisional, que reemplazará al virtualmente exiliado primer ministro Ariel Henry.
En los entretelones de esa maniobra política, los Estados Unidos y Canadá han formalizado solicitudes para que se les autorice el envío de aeronaves y personal a la República Dominicana, desde donde se llevarían a cabo operaciones de evacuación de diplomáticos extranjeros acreditados en Haití.
Esos equipos y aeronaves, que estarán llegando próximamente al país, reforzarán un operativo que puso en marcha el Ministerio de Defensa y que ha permitido evacuar a 296 personas, adultos y niños.
En este contexto se ha producido otro anuncio importante:
La jefa del Comando Sur de los Estados Unidos dijo que sus tropas están preparadas para actuar en Haití y hacer frente a la ola de violencia y a la inestabilidad.
Desde hace meses, diferentes países miembros de las Naciones Unidas y del Caricom, entre ellos el nuestro, se han pronunciado a favor de la intervención de una fuerza multinacional en Haití.
Ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el presidente Luis Abinader lanzó el 13 de febrero su apremiante consigna “O luchamos juntos para salvar a Haití o lucharemos solos para proteger a la República Dominicana”.
Los primeros actos de participación directa en la solución de la crisis ya están claros.
Uno ha sido la apertura del canal de evacuación o puente aéreo humanitario, junto a equipos de las Naciones Unidas, y otro es, ahora, la apertura del espacio dominicano para las operaciones aéreas de Estados Unidos y Canadá.
Estas tendrán, según se ha dicho, un carácter temporal “hasta que se cumplan los objetivos determinados”.
Vale recordar que, para todos los fines, la presencia de tropas extranjeras en territorio dominicano requiere de una autorización del Senado, previa solicitud del Presidente de la República.
La Constitución prohíbe que los poderes públicos realicen o permitan realizar “actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos… o una injerencia que atente contra la personalidad e integridad del Estado”.
Vistas estas salvaguardas jurídicas y constitucionales, se impone que el gobierno dominicano explique con más detalles al país las características y alcances que tendrán las operaciones de los equipos humanos y aeronaves extranjeras en nuestro territorio, hasta ahora signadas por una razón humanitaria.