La salud mental en declive
El ritmo estresante de vida, la carga de malas noticias todos los días y el clima de inseguridad, están provocando el declive de la salud mental en el país.
Es más que oportuna la campaña que está haciendo el gobierno al promover el acceso a la línea de ayuda psicológica para consultas gratuitas.
El número de esa línea, 809-200-1400, ha permitido brindar asistencia a 7,241 personas en su primer año.
Pero las últimas estadísticas de enero y febrero de este 2024, son reveladoras del estado actual de la salud mental, especialmente entre la población más joven.
Las confesiones de los que sufren ansiedad, tristeza, insomnio, agotamiento mental y sensación de vacío, que se exponen en las consultas telefónicas, ilustran desgarradoramente la crisis existencial.
Es muy posible que estas sean secuelas de la pandemia del Covid-19 y de otras agresivas epidemias, de la crisis económica y las dificultades para obtener empleos y educación satisfactorios.
Junto con la inseguridad ciudadana, las rupturas matrimoniales, el estrés del tránsito y otros conflictos que afectan emocionalmente a las personas, la sociedad asiste a uno de sus más sensitivos desafíos.
Uno de sus más fieles reflejos es la propensión al suicidio entre jóvenes porque “no le encuentran sentido a su vida” y los exabruptos de violencia física y verbal que desencadenan riñas por causas intrascendentes.
Hay que declarar un SOS por la salud mental, antes de que la situación se haga más inmanejable.