Tengamos cárceles especializadas

Uno de los grandes problemas de nuestras cárceles es que en ellas juntan a infractores de todo tipo, lo que a menudo puede malograr los objetivos de rehabilitación y humanización de las mismas.

Salvo en el aspecto de género, para los que si existen cárceles de mujeres solamente, y apenas una para envejecientes, el resto de los recintos penitenciarios son sacos en los que hay de todo.

En algunos países de America Latina y del Medio Oriente, hay un sistema de segregación.

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