La gran calamidad social

Como quiera que se le examine, la crisis de los taponamientos en el tránsito se ha constituido en una verdadera calamidad nacional.

La ciudadanía no soporta más las cargas de frustración, ansiedades, irritabilidad y agotamiento mental que están generando los persistentes atascos de vehículos en nuestras vías.

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La calidad de vida en la capital y otras ciudades se ha degradado por esta causa, que también tiene sus negativos reflejos en la productividad laboral y en el estado de bienestar general al que todos aspiramos.

El consumo de combustibles está generando costos adicionales a los usuarios de las vías públicas, debido a la lenta fluidez en la circulación de los vehículos.

Como correlato del caos, se han disparado las violaciones a las leyes del tránsito, y las autoridades, fatigadas por el cúmulo de infracciones, han ido perdiendo capacidad para evitarlas y, sobre todo, para penalizarlas.

Este es, a grandes rasgos, el panorama de desafíos que toca abordar hoy en el Foro sobre la Movilidad Urbana, convocado por el Listín Diario.

El Foro reunirá a los principales especialistas y autoridades del sistema de tránsito y transporte, pero también a los representantes de juntas de vecinos e instituciones de la sociedad civil.

Todos, en gran o menor medida, sufren la calamidad y están conscientes de que para mitigarla y abrir las vías al mejoramiento del tránsito se precisa de un serio compromiso colectivo.

Justamente ese es el objetivo del Foro, que ha recibido un apoyo entusiasta de dos prestigiosas academias, la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña e Instituto Tecnológico de Santo Domingo, así como del Ministerio de la Presidencia.

Una especie de consulta nacional ha precedido su celebración, pues desde que el Listín lanzó la convocatoria, a mediados de diciembre, miles de ciudadanos han emitido sus sugerencias e ideas para enfrentar la crisis de la movilidad.

Lo importante es que, en esta primera fase, el Foro pueda indicar algunas acciones puntuales que, con el consentimiento de toda la sociedad, puedan ejecutar los organismos responsables de regular el sistema.

El Listín confía en que este esfuerzo entre Estado y sociedad ayudará a la implementación de soluciones prácticas, viables, efectivas y sostenibles, que es hoy por hoy la esperanza de toda la ciudadanía.