Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Barrio por barrio, calle por calle, contra el dengue

El dengue ha sentado sus reales en el territorio nacional, dejando hasta ahora un inaceptable balance de muertes en niños y adolescentes.

Clínicas y hospitales de todo el país están lidiando, con precariedades y carencias, para contenerlo.

Su meteórica propagación amerita, con urgencia, que se afronte con profesionalidad, dedicación, humanismo y entrega.

Para lograr un exitoso resultado, es fundamental la combinación armónica del gobierno, los médicos, enfermeras y sobre todo, la familia.

El esfuerzo mayor hay que dedicarlo a la labor preventiva, a evitar la infestación y la propagación del virus.

Haciendo conciencia de la gravedad de la situación, el presidente Luis Abinader ha dispuesto tareas puntuales de fumigación, limpieza y detección de casos, para cortarle el paso a la propagación.

Fumigar, barrio por barrio y calle por calle, para reducir la población del mosquito vector y bloquear la transmisión masiva, es una tarea imperativa.

Desplegar hospitales móviles en los focos más activos, limpieza masiva de basura, malezas y drenaje de charcos en todo el territorio, es vital para reducir el ambiente donde se reproduce el mosquito transmisor.

Establecer un diagnóstico acertado, a tiempo y aplicar el tratamiento adecuado a estos pacientes, es la clave para evitar muertes.

El Ministerio de Salud y las clínicas privadas deben proceder a habilitar camas para el ingreso de pacientes con dengue u otras afecciones respiratorias, porque ya escasean.

Ante este pico de dengue, se necesita la gerencia y el liderazgo de las autoridades, pero corresponde a las familias cuidar con celo para que sus hijos no sean picados por el mosquito.

Nada es más importante que una vez se detecta algún síntoma compatible con dengue, acudir a médicos competentes y seguir un protocolo rígido para tratar todo paciente febril como si fuera un caso grave.

La vida de la niñez y la adolescencia, ahora seriamente amenazada por el dengue y otros virus concurrentes, merece fina atención y el desvelo de toda la sociedad.