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editorial

Yerros que no deben repetirse

El país tiene pleno derecho de repatriar a cualquier extranjero indocumentado que haya entrado y radicado aquí violentando las leyes migratorias.

Pero en el ejercicio de esa potestad debe evitar, por todos los medios, que las autoridades encargadas de hacer cumplir las normas migratorias incurran en desafueros irrazonables.

Cuando se producen y se toleran esos desatinos, la facultad de repatriar se deslegitima, se desacredita y se convierte en una ilegalidad.

Eso fue lo que ocurrió con la desventurada Cristina Martínez, una dominicana con trastornos de la mente y del habla, varias veces drogada y violada en su condición de discapacidad.

Un error que se ha repetido frecuentemente con haitianos apresados para repatriación.

Estando en un hospital, agentes policiales actuando bajo la presunción de que era una haitiana ilegal, la apresaron y la entregaron a la Dirección de Migración, que rápidamente la trasladó a la frontera, para ser despachada a Haití.

En varias ocasiones, los agentes migratorios y policiales han apresado indiscriminadamente a los haitianos, inclusive a muchos que están dotados de documentos de identidad y permisos de residencia.

En algunos casos, según las denuncias, los han chantajeado pidiéndoles dinero para soltarlos, ha sabiendas de que están realmente en condición de ilegalidad.

Estas truculentas formas de actuar pasan por alto los procedimientos y razones de derecho que acompañan una orden de detención y repatriación.

Y mientras más se reproducen entre agentes que parecen desconocerlas o que actúan con ánimo de lucro perverso, es el país el que queda mal parado ante los ojos de la comunidad internacional.

Esa comunidad internacional vive atenta a cualquier pifia o desafuero que se cometa para entonces descargar críticas y condenas a las deportaciones.

Por tanto, el gobierno dominicano tiene que ser más enérgico con aquellos que incurran en estos yerros inadmisibles y abusivos.

Y asegurarse que los policías y agentes migratorios encargados de los operativos sepan hasta dónde llegan sus atribuciones.