Cómo “dar vida” a la noticia

Si no me equivoco, fue Radio Comercial la estación pionera en dar noticias en vivo desde una unidad móvil, a finales de los sesenta.

Para entonces, el periodismo radiofónico estaba muy limitado a los noticieros en cabina, que se difundían en el horario de la mañana, al mediodía y a las 6:00 de la tarde.

Las noticias las leían los locutores y eran muy escasas las veces en que un periodista, a través de un teléfono fijo, trasmitía una de último minuto porque no había celulares.

Para disputarle el monopolio a Radio Comercial, otra estación, Radio Cristal, apeló a llamativas formas de coberturas en vivo para ganarse la calle y naturalmente, la audiencia.

A Radio Cristal le siguieron en esta saga otras emisoras de la competencia, como Radio Mil y Radio HIN, para entonces muy acreditadas por los staffs de periodistas y locutores de planta que tenían.

Las presentaciones de Radio Cristal venían precedidas de los acordes de una marcha militar que despertaba las expectativas.

Y luego, una voz un tanto eufórica anunciaba: ¡La noticia viva! ¡La noticia viva! Y la audiencia quedaba automáticamente cautivada.

Ese modelo rápidamente se generalizó y permitió que la ciudadanía tuviera en la radio una fuente fresca y actual para informarse, alterando las programaciones habituales y los clásicos horarios únicos de los noticieros.

En el afán de dar realismo a las noticias, comprobé hasta dónde pudo llegar el ingenio del reportero de la unidad móvil de otra radio de la competencia que arribó más tarde al escenario de los enfrentamientos entre policías y estudiantes del liceo intermedio Argentina.

Al haber cesado los estallidos de bombas de estruendo de la Policía, al reportero se le ocurrió la brillante idea de reproducir los sucesos.

Se puso a golpear fuertemente el portón trasero del vehículo para dar la sensación de que las explosiones ocurrían en esos momentos, mientras describía la reyerta, como si fuese en tiempo real.

¡Magistral!

Sin dudas, le ganó la partida al reportero de “la noticia viva” quien, por razones de seguridad, había tenido la primicia, pero reportaba a distancia sin poder registrar los ecos de los disturbios.