Opinión

Con el cólera tampoco se juega

El cólera se está expandiendo a alta velocidad en Haití, donde en poco menos de dos meses ha llevado a la tumba a cerca de 300 ciudadanos.

Este brote lleva el mismo ritmo de arrancada que tuvo en el 2011 y que en una década causó más de 9,000 fallecimientos.

No tardó, aquella vez como ahora, en dispersarse hacia la República Dominicana, que en corto tiempo registro 13,200 contagios y 87 muertes, hasta alcanzar una mortandad de más de 400 personas.

Hay en estos momentos inquietantes informes que podrían presagiar una repetición de aquella experiencia. Ojalá que no resulte así.

A finales de octubre, la diputada de Dajabón, Sonia Agüero, denunció varios casos de contagio de cólera que, según ella, fueron tipificados como episodios diarreicos.

Pero esta semana, residentes en el sector capitaleño de La Zurza, intervenido por Salud Pública tras detectar dos casos locales, afirman que la cosa es más grave de lo que se dice.

Con nombres y edades, algunos afectados admitieron haber sufrido síntomas de diarreas profusas y deshidratación, mientras tres niños se encuentran hospitalizados por esa causa.

En situaciones como las actuales, es preciso desplegar una amplia campaña de información y consejos para que la ciudadanía se cubra de esos riesgos.

Debe ir acompañada de una jornada masiva de desinfección de zonas vulnerables por sus niveles de insalubridad, como se ha hecho en La Zurza, hasta la implantación de cordones sanitarios, donde la situación lo amerite.

No debe escatimarse ninguna información real sobre el número de casos sospechosos ni las zonas más susceptibles a la propagación del cólera.

Ni con el cólera, ni con el Covid, la influenza o el virus sincitial respiratorio, debe haber descuido.

Estamos bajo un estado de guerra viral y bacteriana que no discrimina a sus víctimas.

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