Ataques en manadas
Los delincuentes motorizados usan ahora la estrategia del “ataque en manada” para atracar a los ciudadanos.
La modalidad funciona con seis individuos en tres motocicletas y un automóvil para guardar los botines.
De los tres, los del centro atacan de sorpresa a la víctima, mientras los dos equipos restantes les sirven de escudo de protección para evitar que las víctimas puedan huir hacia delante o atrás.
En el parque vehicular del país hay millares de motocicletas, el vehículo predilecto para la comisión de atracos y otras operaciones delictivas.
Dadas sus capacidades de maniobra, suelen moverse a contravía o en las aceras, atravesar intersecciones en rojo y ampararse en la oscuridad de la noche, porque no llevan luces.
Muchos de ellos no poseen registros de fábrica ni matrículas.
Los delincuentes motorizados constituyen hoy elementos agresivos, intimidantes, peligrosos y osados que, con sus fechorías, le han impuesto un yugo de miedo e inseguridad a la sociedad.
Es hora de ponerle estricto control.
Se nos ocurre que, como medida preliminar para neutralizar sus estrategias de “ataque en manada”, se prohíba la circulación de dos personas en motocicletas desde las 10:00 de la noche hasta las 6:00 de la mañana.
Y que en ese horario solo se permita la circulación de estos vehículos de dos ruedas con salvoconductos o permisos oficiales, para no afectar los servicios a domicilio que ofrecen empresas diversas.
Esto no impide que la autoridad ponga en marcha otros mecanismos adicionales para estrechar el cerco a estos delincuentes, en cualquier lugar u hora del día en que intenten atracar, matar o atemorizar a la ciudadanía.
Unos pocos bandidos no pueden someter a esta sociedad a un estado de atropellos, humillaciones y crímenes, por encima de una autoridad que está llamada a protegernos y garantizarnos la seguridad y la tranquilidad que hoy no existen.