El turismo, una tabla de salvación
Para la economía dominicana, vapuleada, como las demás en el mundo por la pandemia, la inflación y la guerra, el turismo ha sido una tabla de salvación.
Ha sido, por un lado, el factor estimulador de una creciente infraestructura hotelera, mayormente con inversión extranjera, que ha aportado más de 170 mil habitaciones.
Y, al mismo tiempo, la base de la credencial que define al país entre los más robustos y atractivos destinos turísticos del mundo.
Solo este año se estima que habrán visitado este destino más de 7 millones de turistas, provenientes de distintas latitudes, lo que en gran medida alivia las presiones que tenía el país tras el estancamiento provocado por la pandemia.
Fruto de la estabilidad económica y social, hay en curso 16 hoteles de grandes cadenas en construcción y se han aprobado permisos para 15 mil nuevas habitaciones hoteleras.
En adición al fuerte repunte que tiene, en este contexto, el turismo de cruceros, el país también se ha visto precisado a readecuar y revalorizar otros pequeños lugares de interés para los excursionistas.
Apostar al turismo como una fuente objetiva de ingresos, soporte económico y generación de empleos, es una política correcta que debe sostenerse en el tiempo.