Cuatro dardos punzantes

El dominicano coexiste hoy con cuatro retos estresantes: la inflación, la precariedad de varios servicios públicos, la inseguridad y el acoso intermitente del coronavirus.

Como un todo, estas calamidades representan los dardos punzantes que alteran el equilibrio emocional de cualquier persona, generando ansiedades, frustraciones, irritación y pérdida del sentido de la cordura que, en muchos casos, pueden derivar en violencia y conflictos domésticos o callejeros.

Para lidiar con este cuadro de realidades hay que armarse de entereza, de voluntad de asumirlas como tormentas pasajeras y de recordar que de otras coyunturas más difíciles hemos podido salir adelante, porque no vale morirse en la víspera.

Así como estas crisis afectan directamente los bolsillos, la protección de la salud física y mental, en pocas palabras la calidad de vida, así retan la gobernabilidad del país, obligando al Poder Ejecutivo a dar respuestas para el control y mitigación de estos daños, lidiando con cuatro toros a la vez, lo cual no es fácil.

Ahora, con los indicadores de un ascenso en los contagios y la positividad del Covid, lo que se creía una pesadilla superada, los ciudadanos están compelidos a retomar algunas precauciones y a hacer reservas, en sus menguados presupuestos, para la eventualidad de costear los medicamentos y tratamientos si el virus los ataca.

La obligación del gobierno, en este contexto, es la de asegurar alimentos a precios menos gravosos para los pobres y de clase media, regularizar los suministros de energía eléctrica, agua potable y recogida de basura, enfrentar enérgicamente la delincuencia que ha sembrado el miedo entre los ciudadanos y promover el acceso a los servicios hospitalarios, sin tantos sobrecostos para los pacientes.