A lápiz y papel
Es inconcebible que estando la Policía bajo un proceso de reforma desde julio del 2016, todavía en sus cuarteles usen cuadernos para registrar a lápiz y papel los asuntos del día, como las querellas o los ingresos y egresos de detenidos.
La Policía ha hecho galas de un buen instrumental de equipos y aplicaciones tecnológicas para sus labores de vigilancia y monitoreo de los cuadrantes de la ciudad, incluyendo cámaras portátiles en sus unidades patrulleras y un centro para recibir denuncias vía internet.
Pero el cuaderno, puro y simple, susceptible de borraduras o de deterioro de sus páginas, fortuitas o intencionalmente, es ya un recurso desfasado.
Mientras se siga usando es de cuestionable utilidad si a la hora de una necesidad de la justicia de buscar pruebas este se “desaparece”.
Con la base tecnológica ya existente, el registro digital de las querellas o de ingreso y salida de detenidos sería más rápido, eficiente, fácil de archivar y de elaborar fichas o expedientes al alcance del ministerio público y de la misma Dirección de Asuntos Internos de la Policía.
Se han dado centenares de casos en que los familiares de algún desaparecido o detenido tienen que deambular por cuarteles y hospitales para establecer sus paraderos, solo porque no hay un sistema expedito de información de estos casos que abarque todo lo que sucede en los recintos policiales del país.
Ojalá poder escuchar hoy que la Policía, a partir de este momento, suplantará todos los cuadernos que usa en los cuarteles por computadoras, como una prueba más de que su proceso de modernización va en serio, no en papeles.
With pencil and paper It is inconceivable that, with the Police undergoing a reform process since July 2016, they still use notebooks in their barracks to record in pencil and paper the issues of the day, such as complaints or the income and output of detainees.
The Police has displayed a good set of equipment and technological applications for its surveillance and monitoring tasks in the city's quadrants, including portable cameras in its patrol units and a center to redeem complaints via the Internet.
But the notebook, pure and simple, susceptible to erasures or damage to its pages, accidentally or intentionally, is already an outdated resource and, as long as it continues to be used, of questionable utility if, at the time of a need for justice to seek evidence it "disappears".
With the existing technological base, the digital registry of the complaints or entry and exit of detainees would be faster, more efficient, easier to file and to prepare records or files within the reach of the Public Prosecutor's Office and the Internal Affairs Directorate of the Policeman.
There have been hundreds of cases in which the relatives of a disappeared person or detainee have to wander around barracks and hospitals in search of their whereabouts, simply because there is no expeditious information system for these cases that covers everything that happens in police barrack from the country.
I wish I could hear today that the Police, from this moment on, will replace all the notebooks they use in the barracks with computers, as further proof that their modernization process is serious, not on paper.