En la última trinchera
La libertad de prensa es la última trinchera que queda para defender el más sagrado de los derechos humanos, después del de la vida: el de hablar y pensar sin ningún género de cortapisas.
Los periodistas son los soldados que, únicamente con las armas de la verdad y el apego a los principios éticos de la profesión, arriesgan sus vidas buscando y difundiendo las noticias.
Y los medios a los que sirven, no importa su naturaleza, son los canales desde los cuales una sociedad recibe los insumos de las novedades, el pensamiento y las manifestaciones de la pluralidad humana que los periodistas recogen y plasman cada día en su misión informativa.
Hoy es el Día Nacional del Periodismo y lo conmemoramos con dos sentimientos mezclados: con la satisfacción de haber sido, en nuestra sociedad, valientes batalladores en favor de esta preciada libertad y, por otro, con la pena de sentir los irracionales e injustificados ataques que se perpetran contra esta clase, tratando de desacreditarla o desconocer su decisivo papel en la sociedad.
Ataques despiadados han terminado con la vida de muchos periodistas en América Latina en paralelo con los atentados contra la integridad de los medios independientes, unas veces por vía de legislaciones, otras por la acción directa, letal o coercitiva, que provienen de grupos de poder y del crimen organizado.
En medio de esos peligros, amenazas, intimidaciones pero también victorias en las luchas por las libertades, el periodismo profesional no abandona sus trincheras ni se doblega fácil ante los enemigos de la libertad de prensa y expresión.
Saludamos a todos los periodistas dominicanos en este día y, en especial, a todos los miembros de nuestra Redacción, empeñados en sostener una larga tradición de más de 130 años de ejercicio serio y comprometido con las mejores aspiraciones de la sociedad, contra viento y marea.