Opinión

¡Acaben pronto con esa aberración!

Exigir un pago para internar a un paciente que ha llegado a la emergencia hospitalaria es una de las más odiosas aberraciones que afectan el sistema de salud del país.

Es una de las mayores complejidades a las que se somete al paciente y a los familiares que acuden a un centro de salud a buscar cura, porque si no adelantan sumas que a menudo escapan a sus disponibilidades en el momento, les niegan las debidas e impostergables atenciones.

Teniendo en claro que este es un escollo injustificado, y en gran medida un acto discriminatorio, las autoridades de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales, y de otras instituciones, han decidido tomar al toro por los cuernos.

Crearon, para encarar dicho problema, una mesa de discusión en la que intervienen representantes de la Defensoría del Pueblo, de ProConsumidor, de los Afiliados a la Seguridad Social y del Seguro Nacional de Salud.

A ese grupo corresponderá diseñar la estrategia que pondrá fin a esos cobros medalaganarios e ilegales, por culpa de los cuales miles de ciudadanos han sufrido la desatención en casos de emergencias o necesario internamiento, o su rebote a otros centros, hasta que alguien se apiade de ellos.

Celebramos que el sistema de la seguridad social se proponga corregir esta barbaridad en el menor tiempo posible, para liberar a los ciudadanos de esta traba.

Si esa aberración está tan arraigada en el sistema es porque, en buena medida, el servicio de salud se ha deshumanizado y mercantilizado.

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