Opinión

EDITORIAL

Hay que restringir las aglomeraciones

Con vacunas y mascarillas podemos lidiar mejor contra el Covid.

Pero si no se restringen las aglomeraciones y los teteos abigarrados, donde la mayoría no usa los cubrebocas, el virus no tendrá valladares.

Es oportuna la nueva estrategia del gobierno de establecer el esquema de tres dosis para toda la población mayor de 18 años de edad.

Abrir el espacio para una cuarta dosis a aquellos que han cumplido seis meses de la tercera, es también otra decisión apropiada.

Sin embargo, esas prevenciones podrían quedar neutralizadas si se siguen autorizando eventos masivos o la presencia de demasiadas personas en un mismo lugar, no importa si es abierto o cerrado, sin mascarillas.

Aunque estas restricciones están contempladas en la resolución emitida ayer por el Ministerio de Salud Pública, falta por ver qué capacidad tiene el gobierno para hacerlas cumplir.

Mucha gente rehúsa someterse a ellas. No solo pasa aquí sino en distintas partes del mundo. Las imposiciones siempre resultan odiosas, aunque estén destinadas a proteger la salud y la vida de una colectividad.

Hay que emplear todas las formas persuasivas para hacer entender a la población que frente a este fenómeno nuevo de la pandemia, todavía no controlada, valen más los pequeños sacrificios, que una regla excepcional que los imponga obligatoriamente.

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